HONIARA, viernes, 23 enero 2004 (ZENIT.org).- «Caritas Australiana» y la archidiócesis de Honiara han financiado un programa de formación, iniciado el pasado lunes, para enseñar a asistir psicológicamente a las personas traumatizadas en las Islas Salomón a causa de los recientes enfrentamientos.

Y es que dos años de conflicto étnico (1998-2000), seguidos de otros tres de abusos y violencia de criminales que actuaban como pequeños «señores de la guerra», han dejado heridas no sólo en el cuerpo, sino también en el alma de la población de la Weathercoast, inaccesible región en la parte meridional de la isla de Guadalcanal.

Por ello, «Caritas Australiana», en colaboración con la archidiócesis de Honiara, han financiado un proyecto cuyo objetivo es poner en marcha una serie de cursos para enseñar a sacerdotes, párrocos, misioneros y laicos comprometidos en la pastoral elementos básicos de la aproximación psicoterapéutica: capacidad de escucha, técnicas para plantear preguntas y análisis del lenguaje no verbal.

Los conocimientos adquiridos se trasladarán posteriormente a miembros de las comunidades locales para que puedan reconocer y ayudar a las personas que manifiesten síntomas post-traumáticos.

El proyecto recién iniciado durará cuatro años bajo la supervisión de dos psiquiatras clínicos, Patrick y Bernice Rasmussen: «La esperanza es que la población aprenda a interpretar y dar respuesta al sufrimiento psicológico causado por años de tensiones», explica el matrimonio.

Durante tres años, Harold Keke y sus hombres, una franja del grupo rebelde «Movimiento de Liberación Isatabu», que no había aceptado los acuerdos de paz de Townsville del 2000, han aterrorizado a los habitantes de Weathercoast con asesinatos, violaciones, secuestros e incendios, obligando al menos a un millar de personas a trasladarse a los campos de refugiados al abrigo de la capital, Honiara.

Para restablecer la legalidad en el archipiélago ha sido determinante la intervención de una fuerza internacional –que llegó a las Islas Salomón el pasado julio-- dirigida por Australia para poner fin a cuatro años de guerra entre las milicias de Guadalcanal y Malaita.

Harold Keke se entregó el pasado agosto y actualmente está siendo procesado junto a algunos de sus lugartenientes. Entre las víctimas de los anteriores se encuentran también seis misioneros anglicanos –cuyo secuestro y asesinato se confirmó ese mes— y el sacerdote católico y ministro del gobierno de Honiara Augustine Geve.

Malaita padece un problema de superpoblación y la emigración de su gente a la vecina Guadalcanal no fue bien acogida por los habitantes de esta isla, la principal del archipiélago.

La rivalidad étnica provocó que los habitantes de las dos islas crearan sus propias milicias. Ello marcó el comienzo de una guerra civil que, en junio del 2000, llevó a un golpe de Estado que depuso al primer ministro Bartolomé Ulufa. En octubre de ese año, las partes en conflicto firmaron un acuerdo de paz, pero Harold Keke --líder del «Frente de Liberación de Guadalcanal»-- se retractó a los pocos meses y volvió a las armas.