(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 28.03.2025).- El Papa Francisco ha hecho un enérgico llamado a la Iglesia Católica para que deje de tratar la protección infantil como una medida reaccionaria y la integre como parte fundamental de la cultura eclesial. En un mensaje publicado el 25 de marzo, se dirigió a los miembros de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores (CPPM), enfatizando que las iniciativas de protección no deben ser una respuesta a la crisis, sino un compromiso estructural.
«La prevención del abuso no es una manta que se extiende en tiempos de emergencia, sino uno de los cimientos para construir comunidades fieles al Evangelio», escribió el Papa a los participantes de la Asamblea Plenaria de la CPPM, celebrada del 24 al 28 de marzo.
Francisco elogió la labor de la comisión, en particular para garantizar la protección de los niños y las personas vulnerables en comunidades marginadas. Sin embargo, enfatizó que su papel debe ir más allá de la simple elaboración e implementación de protocolos.
Su misión es promover la protección: educación que informa, supervisión que previene, escucha que restaura la dignidad. Al incorporar medidas preventivas incluso en las comunidades más remotas, prometen que cada niño, cada persona vulnerable, encontrará seguridad en la Iglesia, escribió el papa.
Instó a la comisión a ampliar la colaboración con la Curia Romana del Vaticano y a fomentar un entorno donde las víctimas y los sobrevivientes sean acogidos y apoyados en su proceso de sanación, siguiendo el ejemplo del Buen Samaritano.
Francisco también subrayó la necesidad de que la Iglesia colabore con instituciones externas, como autoridades civiles, expertos y grupos de defensa, para establecer un estándar universal de protección infantil. «La protección debe convertirse en un lenguaje universal», afirmó.
La PCPM, creada por el papa Francisco en 2014, se integró formalmente en la Curia Romana en 2022, bajo el Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Durante la última década, la comisión ha trabajado para establecer un marco de seguridad dentro de la Iglesia. «¡Sigan adelante! Sean centinelas vigilantes mientras el mundo duerme. Que el Espíritu Santo, maestro de la memoria viva, nos proteja de la tentación de archivar el dolor en lugar de sanarlo», concluyó el papa en su mensaje, firmado el 20 de marzo mientras aún se encontraba hospitalizado en el Hospital Gemelli de Roma.
En un avance significativo, el PCPM publicó su primer informe anual en el Vaticano el 29 de octubre de 2024. El documento destaca la necesidad de un proceso más eficiente y transparente para la destitución de los clérigos declarados culpables de abuso, así como de agilizar los procedimientos de indemnización para las víctimas.
«El informe enfatiza la importancia de un proceso de destitución simplificado, que garantice una vía clara y eficaz para la renuncia o destitución de funcionarios de la Iglesia cuando sea necesario», afirman las conclusiones.
El último mensaje del papa Francisco reafirma su compromiso de exigir responsabilidades a la Iglesia y hacer de la protección infantil una prioridad innegociable. Su llamado a medidas de protección proactivas señala un paso crucial para restaurar la confianza y garantizar un entorno seguro para las generaciones futuras.
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