LISBOA, viernes 6 de marzo de 2009 (ZENIT.org).- El obispo de la diócesis angoleña de Viana, monseñor Joaquim Ferreira Lopes, afirma que la visita que Benedicto XVI hará al país este mes de marzo pone de manifiesto «el hecho de que la epopeya de la Iglesia en África pasa por Angola».
En una entrevista publicada ayer por la agencia portuguesa Ecclesia, monseñor Lopes, aludiendo a los motivos de la visita del Papa, recordó que la gran celebración de los cinco siglos de la evangelización ya se hizo en 1992, en presencia de Juan Pablo II.
Recordó también que Benedicto XVI «se trasladará a Camerún para entregar el Instrumentum Laboris para el próximo Sínodo de Octubre, y era natural que pudiese visitar otra nación».
«En el África austral -prosigue el obispo- Angola ocupa un lugar histórico privilegiado, ya que la Iglesia comenzó aquí a finales del siglo XV, y toda la epopeya de la Iglesia al sur del Ecuador pasa por aquí, como una señal que ninguna otra nación tiene, nadie puede quitar a Angola esta primacía».
Monseñor Joaquim Lopes destaca que, desde que se anunció la visita papal el pasado mes de octubre, «todo el país comenzó a prepararse para recibir al Papa».
Especialmente, el obispo se refirió a la cuestión de la seguridad: «éste es un problema serio, porque estas visitas se realizan y preparan al milímetro, en un trabajo conjunto entre el país que recibe al Papa y el Vaticano».
«Si es serio en cualquier parte del mundo, más lo será en el llamado Tercer Mundo, sobre todo en una capital como Luanda, con cerca de 5 millones de habitantes».
«Ya ha habido cambios en el programa del Santo Padre, precisamente porque algunos lugares no ofrecían total seguridad, y estoy convencido de que todo va a ir bien, porque la capacidad de los angoleños, en este ámbito, es muy grande», afirmó.
Respecto a los costes de la visita del Papa, monseñor Lopes reconoce que «implica gastos fuera de lo común». La visita contará con apoyo por parte del Gobierno, y «todos los cristianos están empeñados en contribuir, según sus posibilidades, desde el punto de vista económico».
El obispo cree que el «saldo de una visita papal, a nivel de los cristianos y de la población en general, del ambiente sociopolítico, es de tal orden que justifica estos gastos, que no serán exagerados ya que nuestro país, a pesar de ser potencialmente rico, es pobre en varios aspectos».
«Creemos que vale la pena gastar ese dinero, nunca lo lamentaremos, porque el bien que saldrá de esta visita papal será extraordinario y tendrá efecto en la pacificación de los espíritus, que es lo que más deseamos en Angola después de la firma de la paz. La paz política es una cosa, pero la paz social, la paz personal y de los corazones es necesario fortalecerla», añadió.
