SEVILLA, martes, 10 marzo 2009 (ZENIT.org).- El itinerario que debe seguir la proyectada ley de aborto libre en las primeras catorce semanas en España se prevé lleno de tropiezos. Cada día, nuevos grupos se unen a las críticas de un proyecto de ley con contenidos sorprendentes, como el aborto de menores sin el consentimiento de sus progenitores.
La sociedad civil no se ha quedado indiferente y empiezan a aparecer grupos, confesionales o no, que se llevan las manos a la cabeza ante la posibilidad de que una menor de 16 años pueda abortar sin consentimiento familiar, mientras que lo necesita no sólo para casarse sino para algo mucho más inocente como tatuarse, beber un vasito de vino en un establecimiento público, o comprar una cajetilla de tabaco.
A la postura totalmente contraria de los representantes eclesiales, se van uniendo diversos grupos. Algunos tan influyentes como las Hermandades y Cofradías de Sevilla, que han comenzado a movilizarse.
Como se sabe, en España, las cofradías y hermandades tiene un origen medieval, basado en la ayuda mutua entre los cofrades de antiguas sociedades artesanales y en la práctica de la caridad con los más necesitados. Hoy son, tras su actualización postconciliar, son influyentes instituciones sociales cuya actividad no se limita a desfilar una vez al año en las procesiones de Semana Santa, que pudiera ser considerada una actuación más o menos folklórica. Los cofrades y hermanos son laicos activos en la Iglesia para cuya misión cada vez más se procuran una adecuada formación.
Desde distintas “corporaciones de penitencia”, como se denominan también las cofradías, se ha comenzado a dejar constancia del malestar existente entre los católicos.
Según pudo constatar este domingo ABC de Sevilla, no son pocos los hermanos mayores que instan al Consejo de Hermandades y Cofradías, como órgano que aglutina a todas las corporaciones, a que, en nombre de todas ellas, exprese su desacuerdo más radical.
Luis Miguel Onieva, hermano mayor del Santo Entierro, señaló: “Mandé una carta en la que expresaba la preocupación de la hermandad que presido, preguntando qué podíamos hacer nosotros como asociaciones de la Iglesia y también el Consejo de Cofradía”.
Antonio Rodríguez Cordero, hermano mayor del Silencio, solicitó en el último Cabildo a sus hermanos “abanderar esta posición contraria a esta ley. Los hermanos lo han apoyado completamente y se ha decidido elevar al Consejo de Cofradías la misma para que sea unánime, por parte de todas las Hermandades y Cofradías, el sentir de todos nosotros”.
Javier Criado, hermano mayor de Pasión, opinó que “cualquier movimiento que tenga un miembro que apoye al cuerpo, es bueno. En este caso, nosotros somos miembros de la Iglesia y nos debemos unir no sólo a esta cuestión, sino a cualquier otra postura que defienda la Iglesia Católica. Por eso es muy importante que todos seamos una voz que se nos escuche”.
Joaquín Moeckel, comparó este posible manifiesto conjunto de las hermandades a “una gran acción social conjunta de todos los cofrades. No se trata de política sino de coherencia con el sentir cristiano. Debe ser una postura firme, en la que mostremos a la sociedad el posicionamiento de las Hermandades y Cofradías. Igual que Sevilla luchó por el Dogma Inmaculista, ahora hay que luchar en contra de esta ley. Los cristianos no tenemos por qué tener miedo a hacernos oír en este tipo de temas”.
El delegado diocesano de Hermandades y Cofradías, Manuel Soria Campos, alabó la iniciativa: “Veo perfecto que las hermandades se posicionen de esta forma, porque además es necesario. Ojalá sea el inicio de muchas más denuncias de lo que acontece en nuestra sociedad y que todas hagan una sola voz que sirva para algo”.
Juan Ruiz Cárdenas, hermano mayor de la Esperanza Macarena, señaló que en el boletín del pasado mes de diciembre “ya hizo la junta de gobierno un manifiesto contra el aborto. Nosotros dependemos de nuestro Pastor. Cuando el Consejo de Cofradías proponga algo en este sentido, estaremos ahí, al igual que cuando nos opusimos a la eliminación de la Festividad de la Inmaculada. El Evangelio es la Constitución de los católicos y en él se deja perfectamente claro cuál es la posición en lo referente a la vida”.
Por otra parte, numerosos medios en España se preguntan, ante uno de los puntos más controvertidos del borrador de ley: la posibilidad de que una menor de 16 años pueda abortar sin el consentimiento de sus padres. ¿Qué puede hacer una adolescente de 16 años sin consentimiento paterno? Muy pocas cosas, dicen, pero dentro de poco podrá abortar.
Podrá abortar, por tanto, la misma chica que no puede pedir un vino en cualquier establecimiento de hostelería, ni comprar una cajetillas de tabaco. Los sábados de “botellón”, los de 16 años esperan afuera de los supermercados mientras los de 18 compran el ron y la ginebra. La misma menor que tan sólo puede sacar el permiso de conducción LCC de motocicletas y el A-1 para motos de hasta 125 centímetros cúbicos.
La mayoría de edad en España son los 18 años. A los 16 años una adolescente podrá casarse sólo si los progenitores autorizan la emancipación, que presupone disponer de medios propios de vida, y la decide un juez.
Podrá abortar la misma muchacha que no tiene capacidad para abrir una cuenta corriente en una entidad bancaria o disponer de una tarjeta de crédito, salvo que sus padres o tutores avalen la petición correspondiente. La misma menor que no puede tocar un euro de un hipotético premio de la bonoloto o de cualquier otro sorteo millonario.
Un menor de edad en España no puede obtener un préstamo, ni firmar una hipoteca. Si hereda, no puede vender bienes inmuebles y, de hecho, tendrá que ser el juez quien autorice cualquier venta procedente de herencia, si hay un menor entre los beneficiarios.
Una adolescente de 16 años no puede entrar en el Ejército ni participar en un programa de televisión sin el consentimiento paterno, y no puede someterse a una operación de cirugía estética sin el consentimiento paterno, y por escrito.
Mientras tanto, el Foro Español de la Familia, que preside Benigno Blanco, afirma que es primordial “concienciar a la sociedad”, a propósito de la campaña que ha emprendido su asociación para neutralizar la futura ley por medio de acciones positivas de apoyo a las madres gestantes. Blanco calcula que gracias a la campaña del Foro se llegará a más de millón y medio de ciudadanos y se crearán “las condiciones para que no se produzcan abortos en nuestro país” .
El presidente del Foro afirmó, en torno a la fiesta del Día de la Mujer Trabajadora –en que han abundado las manifestaciones denunciando la discriminación de las mujeres y la violencia hacia ellas–, que “el aborto es una forma más de violencia machista” y, desde esa perspectiva, la solución es que “la sociedad y los poderes públicos se impliquen activamente para que ni una sola mujer se vea en tal situación de soledad, falta de apoyo y carencia de ayuda solidaria que el aborto se le presente como la única salida posible”.
El Foro de la Familia, con la colaboración de la Fundación RedMadre, se propone activar una red solidaria de voluntarios y asociaciones que asesoren y ayuden a las mujeres en dificultad a superar cualquier conflicto que surja ante un embarazo inesperado o no deseado.
Por Nieves San Martín
