La gran cruz de 2,80 metros y 60 kilogramos, realizada con la madera de los barcos de Lampedusa, provenientes de la costa libia, será presentada este miércoles al papa Francisco para ser bendecida durante la audiencia general. Después de la tradicional catequesis del Santo Padre, el crucifijo comenzará una peregrinación por Italia. Su misión será llevar un mensaje de solidaridad y paz a todas las comunidades y parroquias, y salir al encuentro de las diferentes culturas, religiones y ciudades.

Según L'Osservatore Romano, la iniciativa está promovida por la Fundación Casa de las Artes y el Espíritu, activa desde hace años en Milán. Algunos miembros de esta fundación asistirán a la audiencia del Pontífice para presentarle el denominado "Viaje de la Cruz de Lampedusa". El crucifijo ha sido diseñado por el carpintero  de Lampedusa Franco Tuccio, autor del báculo utilizado por el Santo Padre durante su visita a la isla siciliana el pasado 8 de julio.

Tras del naufragio registrado cerca de la costa en el que fallecieron más de un centenar de personas y desaparecieron otras 250, el primer viaje que hizo Francisco como Papa fue a Lampedusa, para mostrar al mundo el drama de la inmigración. Allí, el Pontífice realizó un llamamiento contra "la globalización de la indiferencia" y se preguntó: "¿Quién de nosotros ha llorado por la muerte de estos hermanos y hermanas, de todos aquellos que viajaban sobre las barcas, por las jóvenes madres que llevaban a sus hijos, por estos hombres que buscaban cualquier cosa para mantener a sus familias? Somos una sociedad que ha olvidado la experiencia del llanto. La ilusión por lo insignificante, por lo provisional, nos lleva hacia la indiferencia hacia los otros, nos lleva a la globalización de la indiferencia".