Una provocación a la creatividad y fantasía misionera, un gran signo de esperanza y un don inmenso. Con estas palabras ha definido la Jornada Mundial de la Juventud el cardenal Stanislaw Rylko, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos. Y así es como el purpurado ha inaugurado esta mañana el Encuentro Internacional sobre la JMJ, que tiene lugar en Sassone de Ciampino y que concluye este domingo.
El cardenal ha indicado que “las JMJ se ha convertido en parte integrante de la pastoral juvenil a nivel mundial” e incluye “la importancia del proyecto pastoral de las que son portadoras en la Iglesia”, informa un artículo de Radio Vaticano. Este encuentro en Ciampino es una forma de mirar atrás, a la JMJ de Río de Janeiro, pero sobre todo de mirar adelante, al encuentro mundial que se celebrará en Cracovia (Polonia) en el 2016.
De este modo, ha trazado un balance de la JMJ carioca y el cardenal Rylko la ha definido como “revolucionaria”, capaz de “un impulso misionero de fuerza extraordinaria para toda la Iglesia y para las jóvenes generaciones”, “una semilla gigante de la Palabra de Dios”, sobre todo en el corazón de los jóvenes. Asimismo ha subrayado que ahora esta “gran aventura de la fe” continúa hacia Cracovia 2016, donde la JMJ volverá 25 años después de la extraordinaria experiencia de Częstochowa en 1991.
En estos años Polonia, la Iglesia local y el mundo de los jóvenes han cambiado, ha recordado el cardenal. De esta forma se presentan nuevos desafíos pastorales que requieren “respuestas tempestivas”. Por eso, el presidente del dicasterio para los laicos ha evidenciado que “en particular la nueva generación de jóvenes necesita una nueva generación de trabajadores de pastoral, persuasivos y auténticos testimonios de Cristo y de su Evangelio”.
De este modo, son dos los aspectos fundamentales de la JMJ de Cracovia a reiterar: el tema de la misericordia, inspirado en un versículo de las bienaventuranzas y elegido por el papa Francisco como lema para el evento y la figura de Juan Pablo II. Los jóvenes de todo el mundo que se dirigirán a Cravovia –ha indicado el purpurado- “darán gracias por la canonización de este gran Pontífice, protagonista indiscutible de eventos importantes, incansable peregrino del Evangelio, gran profeta de nuestros tiempos, fundador de la JMJ”, que “se fiaba de los jóvenes y veía en ellos aliados indispensables en el proyecto de la nueva evangelización”.
De este modo, “Juan Pablo II volverá entre sus jóvenes como Santo Patrón, un Amigo del cielo del que se pueden fiar”. Para concluir, el cardenal Rylko ha expresado que “con alegría y gratitud” la Iglesia polaca mira este gran evento, pero también “con un fuerte sentido de responsabilidad para las expectativas del mundo entero”.
En el encuentro participan delegados episcopales procedentes de unos 90 países de los cinco continentes y representantes de 45 movimientos eclesiales, nuevas comunidades y asociaciones juveniles. Además, están presentes todos los miembros de los Comités Organizadores Locales de Río de Janeiro 2013 y de Cracovia 2016. Se trata del primer encuentro internacional en vista del evento de Cracovia por lo que será un momento importante de evaluación y reflexión para los agentes de las Jornadas Mundiales de la Juventud.
El domingo participarán en la misa de Ramos presidida por el papa Francisco en la plaza de San Pedro. Ese día se celebra la 29ª JMJ diocesana y se podrá ver la Cruz de la JMJ y el icono mariano Salus Populi Romani que pasará de las manos de jóvenes brasileños a las de polacos, que los llevarán en peregrinación hasta Cracovia.
