Concluyó hoy en el Vaticano la segunda conferencia internacional “Combatir el tráfico de seres humanos: colaboración entre Iglesia y fuerzas del orden” con broche de oro: un encuentro con el papa Francisco. El Santo Padre se dirigió al lugar de la cumbre, la casina de Pio IV situada en los jardines del Vaticano, y allí a los participantes les dió un mensaje en el que recordó: “La trata de seres humanos es una llaga en la carne de Cristo”.
El encuentro ha sido organizado por la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales y por el cardenal Vincent Nichols, arzobispo de Westminster, y ha participado también el cardenal nigeriano John Onaiyekan. Los dos días de reuniones vieron la participación de más de cien personas entre los cuales los jefes de policía de 22 países y responsables de la Interpol o la Europol.
Al concluir la cumbre, los participantes redactaron y firmaron una declaración final que fue hoy dada a conocer por el Vatican Information Service:
“En esta fecha, 10 de abril 2014 en el Vaticano, funcionarios de orden público de alto nivel y representantes de la Iglesia Católica se han reunido para planificar la manera de afrontar juntos la trata de seres humanos y la esclavitud».
«El Santo Padre Francisco ha apoyado este evento y ha declarado: ‘Exhorto a la comunidad internacional a que adopte una estrategia aún más unánime y eficaz para combatir la trata de personas para que que en todas las partes del mundo, los hombres y las mujeres jamás puedan ser ser utilizados como medio para un fin, y para que su dignidad inviolable sea siempre respetada'».
«Como altos funcionarios encargados de orden público dentro de la comunidad internacional, nos comprometemos a erradicar el flagelo de esta grave actividad delictiva que abusa de las personas vulnerables. Esta conferencia es parte de un proceso en el que trabajamos juntos en el escenario internacional para desarrollar estrategias de prevención, atención pastoral y reintegración, poniendo a la víctima en el centro de todo lo que hacemos”. Y concluye: “Doy mi compromiso personal a asociarme con la Iglesia y la sociedad civil para llevar ante la justicia a los responsables de estos crímenes horrendos y aliviar el sufrimiento de las víctimas”.
También hoy en la sala de prensa de la Santa Sede se realizó una conferencia con bastante tiempo a disposición para dar respuestas a las preguntas de los periodistas.
Intervinieron el cardenal Nichols, arzobispo de Westminster; el cardenal nigeriano John Olorunfemi Onaiyekan; el ‘metropolitan commissioner’ de Londres, Sir Bernard Hogan-Howe; y la religiosa española Aurelia Agredano Pérez, vice general de la congregación de las Adoratrices esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad.
Al concluir, el cardenal Nichols indicó que la conferencia ha sido también muy importante por lo que se refiere a las víctimas y de la necesidad de cambiar perspectiva. Especialmente porque las víctimas en su corazón sienten que están equivocadas, especialmente cuando se trata de prostitutas, y sienten el lado negativo de la ley. Y es necesario cambiar la percepción de este problema en la sociedad. Porque en el caso del tráfico de prostitutas ellas no son libres, son esclavas.