La Comisión Cardenalicia de Vigilancia se ha reunido este lunes por la mañana en la sede del Instituto para las Obras de Religión (IOR), para “poner a punto las líneas maestras de su acción”. Lo ha indicado hoy la Sala de Prensa del Vaticano, precisando además que los cardenales han decidido “que la Comisión de Vigilancia se reunirá tres veces al año, a menos que no haya circunstancias particulares que requieran otros encuentros”. O sea que las dos reuniones que tenía durante el año ahora han aumentado la frecuencia a tres, pero además podrán hacerlo en casos particulares.
El papa Francisco ha renovado el 15 de enero pasado la comisión que durará cinco años, la cual está formada por los cardenales Christoph Schönborn, arzobispo de Viena; Thomas Christopher Collins, arzobispo Toronto; Jean-Louis Tauran, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso; Santos Abril y Castelló, arcipreste de la basílica papal de Santa María Mayor; y monseñor Pietro Parolín, secretario de estado.
El IOR, equivocadamente llamado ‘banco del Vaticano’ ha entrado en un proceso de transparencia ya con Benedicto XVI, labor que sigue siendo impulsada por el Santo Padre. La reforma del instituto que en los años 80 se vio involucrado en una serie de escándalos, puso en discusión incluso la necesidad de la existencia del mismo.
El papa Francisco el 7 de abril de 2014 dio a conocer que el IOR no será cerrado y aprobó la propuesta de reforma desarrollada en conjunto entre los representantes de la Pontificia Comisión sobre el IOR (CRIOR), junto con la comisión COSEA (Comisión de Estudio de la Estructura Económica Adminstrativa de la Santa Sede), la Comisión de Cardenales del IOR, y el Consejo de Control del IOR. El Santo Padre reafirmó además la importancia de la misión del IOR para el bien de la Iglesia católica, de la Santa Sede y del Estado Ciudad del Vaticano.
El Papa ha apoyado el pedido realizado por el cardenal Pell, prefecto de la Secretaría de Economía del Vaticano (equivalente al ‘Ministerio de Economía’ de un país) que permitirá continuar con “el plan de reforma del Instituto para que pueda cumplir su misión como parte de las nuevas estructuras financieras de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano» fue indicado en abril.
Además existe un empeño por parte del cardenal-prefecto Pell para lograr un alineamiento sostenible y sistemático de las estructuras del Vaticano con las normativas internacionales.
El plan reformador sigue siendo llevado adelante por el presidente del consejo de Superintendencia, Ernst von Freyberg, y los directivos del IOR. De todos modos las actividades del IOR seguirán siendo supervisadas por el IAF (Autoridad de Información Financiera).