El santo padre Francisco ha recibido este miércoles en el Vaticano a una delegación de sobrevivientes y familiares del naufragio en Lampedusa, del 3 de octubre del año pasado, en el que murieron 368 emigrantes. Lo indicó el director de la Oficina de prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi.
Lampedusa es una isla italiana, a mitad camino entre las costas de África e Italia y principal punto de llegada de los barcos o ‘carretas del mar’ cargados de prófugos o emigrantes.
El Papa recibió en la sala colindante con el Aula Pablo VI, a la delegación compuesta por unos 20 sobrevivientes y familiares, provenientes de diversos países europeos en los que encontraron acogida, generalmente junto a familiares que ya estaban en Europa. Entre los países de la actual residencia de ellos figuran Alemania, Suecia, Noruega, Holanda y Dinamarca. Otros sobrevivientes llegarán directamente a la conmemoración en Lampedusa, el próximo 3 de octubre.
Uno de los refugiados le dirigió al Papa unas palabras en inglés, pidiendo apoyo para el reconocimiento de los féretros, que en algunos casos no fue posible identificar. Otra persona de la delegación le agradeció en su idioma, y también una joven por el apoyo moral que les ha dado.
“Siento cosas indecibles porque no se encuentran palabras para expresarlas” dijo el Papa y añadió que «todo lo sufrido se contempla en el silencio y se llora, y buscamos cómo estarles cerca”.
“A veces –prosiguió el Santo Padre– cuando parece que se ha llegado al puerto suceden cosas muy duras. Se encuentran las puertas cerradas y no se sabe dónde ir. Pero hay muchas personas que les tienen el corazón abierto. Y la puerta del corazón es la más importante en estos momentos. ¡Pido a todos los hombres y mujeres de Europa que abran las puertas del corazón!… ¡Quiero decirles que les estoy cerca, y que rezo. Pido para que se abran las puertas cerradas!”.
Le regalaron al Papa una escultura de hierro, que representa una botella en el mar con una familia en su interior. Al final del encuentro el Papa saludó a cada uno de los presentes.
La delegación fue organizada por el ‘Comité 3 de Octubre’, y les acompañaba el Limosnero Pontificio, Mons. Konrad Krajewski, y el entonces presidente del Centro Astalli para refugiados, padre Giovanni Lamma.
“En estos días –indicó el portavoz– ha sido presentada una propuesta de ley para que el 3 de octubre sea la “Jornada de las Víctimas del Mar”.