“Con la verdad, el amor y la amabilidad que vienen de Dios, el hombre se vuelve puro y verdad, amor y amabilidad se encuentran en la Palabra de Dios, que nos libera de la desmemoria en un mundo que no piensa más en Dios”.
Esta es la idea central de la homilía que Benedicto XVI pronunció este domingo por la mañana durante la celebración eucarística, que presidió en la iglesia del Campo Santo Teutónico, en el Vaticano. Participaron en la misa los miembros del Schülerkreis (el Círculo de los estudiantes de Ratzinger) y del Nuevo Schülerkreis, que se reunieron los pasados días en Castel Gandolfo, con el objeto de reflexionar sobre el tema “Cómo hablar de Dios hoy”, animados por el sacerdote y filósofo checo Tomás Halík.
En la homilía en alemán, el Papa emérito se centró en el Evangelio de Marcos. Benedicto XVI comenzó subrayando que tres años atrás, en el encuentro del Schülerkreis, habían leído el mismo Evangelio y el cardenal Schönborn, en su homilía, había hecho esta pregunta: “¿Acaso no necesitamos una purificación exterior más que una purificación interior?” El el Pontífice emérito admitió que no recordaba la respuesta que el purpurado austriaco dio en aquella ocasión, pero que la pregunta era muy interesante. Así, centró su meditación en esta cuestión. “Para elegir una respuesta adecuada –observó– tenemos que ampliar la pregunta y examinar todo el Evangelio, no sólo este pasaje”.
En este sentido, se preguntó: ¿no viene del exterior la suciedad que nos ataca? Es necesario que logremos una purificación de las indecencias que se encuentran fuera: “Podemos decir –afirmó Benedicto XVI– que hay que responder con la limpieza exterior a las muchas enfermedades y a las epidemias que nos amenazan”. Es importante tener este tipo de responsabilidad para que la muerte no predomine, notó el Papa emérito. Pero eso no es suficiente, dijo, porque tenemos también “la epidemia del corazón”, una epidemia interior, que lleva a la corrupción y a otras cosas sucias y el hombre piensa sólo en él mismo.
El ethos, o sea la “limpieza interior”, tiene gran importancia, también como la religión. “¿Qué hace el hombre puro?” “¿Cuál es la auténtica fuerza de purificación?” “¿Cómo se llega a la limpieza del corazón?” Estas fueron algunas de las preguntas que hizo.
“En otro pasaje del Evangelio –prosiguió Benedicto XVI– el Señor dice a los suyos: ‘Vosotros sois puros, gracias a las palabras que he anunciado’”. Llegamos a ser puros por medio de la Palabra, apuntó. “Con la verdad, el amor y la amabilidad que vienen de Dios, el hombre se vuelve puro y verdad, amor y amabilidad se encuentran en la Palabra de Dios, que nos libera de la desmemoria en un mundo que no piensa más en Dios”, subrayó. “La Palabra de Dios vale mucho más que las palabras, porque a través de las palabras encontramos la Palabra de Dios y a Dios mismo. Nosotros encontramos la Palabra en los que reflejan a Dios, en los que nos muestran su cara y su sencillez, su ternura, su sinceridad”, aseguró. “Esperamos que el Señor nos conceda esta ‘limpieza del corazón’ a través de la Verdad que viene de Dios: esta es la fuerza de la purificación”, concluyó el Papa emérito.
Al final de la Misa, en las salas cercanas al Campo Santo Teutónico, tuvo lugar la inauguración del Aula Papa Benedicto-Joseph Ratzinger, que bendijo el Pontífice emérito. En su intervención, el rector del Colegio Teutónico, Mons. Hans Peter Fischer, anunció que el próximo 18 de Noviembre se inaugurará la Biblioteca Romana Joseph Ratzinger-Benedicto XVI, totalmente dedicada a su vida y su pensamiento, en la Biblioteca del Colegio Teutónico del Instituto Romano de la Sociedad de Görres, en el Vaticano, con una intervención del cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo de la Cultura, sobre el tema: “De la Biblia a la Biblioteca – Benedicto XVI y la Cultura de la Palabra”.
La Biblioteca dedicada al Papa emérito, una iniciativa de la Fundación Vaticana Joseph Ratzinger-Benedicto XVI, cuenta con alrededor de mil volúmenes en diferentes lenguas y estará abierta a todos los que estén interesados en las publicaciones de y sobre Joseph Ratzinger, en conocer su vida y profundizar sobre su teología. Muchos volúmenes han sido donados por el propio Benedicto XVI, otros por la Fundación Vaticana.