El papa Francisco renovó este miércoles su ferviente oración al Príncipe de la paz para que, por intercesión de la Madre de Dios, el mundo nunca más vuelva a sufrir el horror de la guerra.
Al término de su primera audiencia general de septiembre, el Santo Padre recordó que hace 70 años concluía la tragedia que dejó a diversos países en escombros, y lamentó la situación que atraviesan los pueblos que en la actualidad padecen la crueldad de diferentes conflictos.
Además, volvió a alzar su voz contra los fabricantes y vendedores de armas ensangrentadas. “¡Nunca más la guerra! Es el grito apremiante que, desde nuestros corazones y los corazones de todos los hombres y mujeres de buena voluntad, se eleva al Príncipe de la paz”, clamó el Pontífice ante la muchedumbre congregada en la plaza de San Pedro.
“Que el mundo de hoy no experimente nunca más los horrores y los espantosos sufrimientos” de la Segunda Guerra Mundial, dijo. “Este es el anhelo permanente de los pueblos, en particular de los que son víctimas de los sangrientos conflictos en curso”, añadió.
Con la mirada puesta en Medio Oriente, el Papa indicó que se trata de “las minorías perseguidas, los cristianos perseguidos”, al tiempo que deploró “la locura de la destrucción” en estos lugares.
Finalmente, Francisco denunció la actitud de “los que fabrican armas y los traficantes de armas, armas ensangrentadas, bañadas con la sangre de tantos inocentes”.
“Renuevo mi ferviente oración al Señor de todos para que, por intercesión de la Virgen María, el mundo de hoy no experimente nunca más los horrores y los espantosos sufrimientos de semejantes tragedias”, concluyó el Obispo de Roma.