El papa Francisco mantuvo este domingo por la tarde un encuentro con la juventud cubana en el Centro Cultural Padre Félix Varela. Ante miles de jóvenes de La Habana, el Santo Padre pidió a los presentes que “sean capaces de crear la amistad social” y eviten los “conventillos de las ideologías o las religiones”.
Además, el Pontífice les invitó a que trabajen juntos, aunque piensen de forma diferente, en la “cultura del encuentro”. “A ustedes, jóvenes cubanos, aunque piensen diferente, aunque tengan puntos de vista diferentes quiero que vayan acompañados, juntos, buscando la esperanza, el futuro y la nobleza de la patria”, instó el Papa en una alocución improvisada.
Francisco exhortó a los chicos y chicas congregados a las puertas del Centro Cultural Padre Félix Varela a tener los “corazones abiertos y las mentes abiertas” y hablar con el que piensa distinto buscando lo que existe en común.
“¿Por qué tiramos la piedra sobre aquello que nos separa, aquello sobre lo que somos, aquello sobre lo que somos distintos? ¿Por qué no nos damos la mano sobre lo que tenemos en común?”, preguntó el Santo Padre en su mensaje que fue interrumpido en varias ocasiones por los jóvenes con aplausos y expresiones de entusiasmo.
Les encomendó que trabajen para crear “amistad social” porque la enemistad destruye la familia, destruye un país y puede destruir el mundo.
El Pontífice animó a la juventud de la Isla a soñar, porque un joven que no es capaz de hacerlo “está clausurado y cerrado en sí mismo”. “Soñá que el mundo con vos puede ser distinto, soñá que si vos ponés lo mejor de vos vas a ayudar a que ese mundo sea distinto”, exhortó a los presentes.
También recordó que los jóvenes “son la esperanza de un pueblo” y advirtió sobre el grave problema de desempleo juvenil que existe en Europa.
“Un pueblo que no se preocupa por dar trabajo a los jóvenes no tiene futuro”, denunció el Papa, al tiempo que lamentó que la juventud entre a formar parte de esa “cultura del descarte” que genera el “imperio del dios dinero”.
Así, alertó que al joven que no tiene trabajo lo que le quedan son “las adicciones, el suicidio, o irse por ahí buscando un ejército de destrucción para crear guerras”. “Esta cultura del descarte nos está haciendo mal a todos, nos quita la esperanza”, reiteró.
“Me despido deseándoles lo mejor, voy a rezar por ustedes y les pido que recen por mí y si alguno de ustedes no es creyente, y no puede rezar porque no es creyente, que al menos me desee cosas buenas”, dijo Francisco.
Con su saludo a los jóvenes, entre los que había creyentes y no creyentes, el Santo Padre concluyó la intensa agenda que ha desarrollado este domingo en La Habana, donde ofició una misa multitudinaria en la Plaza de la Revolución, visitó a Fidel Castro, se reunió con su hermano, el presidente Raúl y participó en la Catedral en el rezo de vísperas junto a sacerdotes, religiosas, religiosos y seminaristas.