“El papa Francisco es un don del cielo y una bendición de Dios para el mundo”. Está convencido de ello Andrea Bocelli, el tenor italiano de fama mundial que contó a ZENIT su emoción tras actuar delante del Santo Padre, durante la vigilia del pasado sábado por la noche, en el Encuentro Mundial de las Familias que se realizó en Filadelfia.
Considerado uno de los grandes talento del canto de hoy, Bocelli ha vendido más de 70 millones de discos en todo el mundo. Este artista, cuyo trabajo ha sido reconocido por multitud de premios, marido y padre de tres hijos, no ha tenido una vida fácil. Nacido en 1958, sufría glaucoma congénito. Tras de sufrir una hemorragia cerebral después de un accidente jugando al fútbol, perdió definitivamente la vista.
Mientras estudiaba derecho, continuó su carrera musical, reconocida y apreciada en todo el mundo. Pero además de los compromisos artísticos, Bocelli dirige una fundación benéfica y siempre ha estado cerca de los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI, a quienes ha tenido ocasión de saludar en varias oportunidades.
“Es un gran honor para mí estar a Filadelfia, y tener la posibilidad de cantar, una vez más, frente al Santo Padre, dando así mi modesta contribución como ferviente católico”, dijo el artista a nuestra agencia.
“San Agustín –añadió– nos recuerda que el canto puede ser una forma extraordinaria de oración. Este es mi objetivo, mi intención: llevar la alegría de rezar juntos”.
Sobre el Papa argentino, Bocelli no duda: “Francisco es una bendición dada al mundo. Siento por él sincera y profunda devoción. Creo que este viaje representa para Estados Unidos una preciosa ocasión para abrazar a este gigante de la fe: un hombre de Dios, un don del Cielo, un punto de referencia y una fuente providencial de esperanza para el mundo”.
“La presencia del papa Francisco en el Encuentro Mundial de las Familias, –prosiguió el tenor– subraya la importancia fundamental del tema y del mensaje que este encuentro de alto valor espiritual encarna. Es decir, el papel de la familia, entendida como elemento primario e insustituible de la sociedad”. Palabras que son eco de las ya pronunciadas por el mismo autor durante la conferencia de prensa que realizó en mayo en el Vaticano.
Justamente a ZENIT, Bocelli le había hablado de la importancia de su familia, contándole que un médico le sugirió a su madre que interrumpiera el embarazo a causa de algunos problemas de salud. “Si mi madre lo hubiera hecho –añadió– no estaríamos aquí conversando”.