La importancia de un pueblo o de una persona siempre se basa en cómo sirve la fragilidad de sus hermanos. Quien no vive para servir, no sirve para vivir
La Habana, Plaza de la Revolución: En la eucaristía el Papa invita a servir a las personas, evitando el servicio que sirve a los ‘míos’ en nombre de los ‘nuestros’. Servir, sí, ‘la fragilidad de los hermanos’