
Oración ecuménica en la basílica inferior de San Francisco
Los cristianos se reunieron en la basílica inferior de San Francisco, cerca de la tumba del santo para una oración ecuménica, en la cual fueron nombrados todos los países en conflicto y por cada uno de ellos fue encendida una vela. Entre las casi treinta encendidas, figuraron guerras como la de Siria o Irak, pero también lugares en donde hay violencia, como en México debido al narcotráfico, y en Venezuela por la crisis política.

Asís, judios en oración en un claustro del convento
El arzobispo de Westminster, Justin Welby en su meditación indicó que “todos tenemos que beber cada día de la misericordia de Dios, para vencer nuestro pecado nuestra rabia, para expresar la misericordia hacia los otros.

Asís, musulmanes en plegaria en un recinto del Sagrado Convento
“Somos llamados a ser la voz de Cristo –concluyó– para los que no tienen esperanza, en un mundo de sequía y desesperación, dando con magnífica generosidad lo que hemos recibido en su misericordia llena de gracia”.
El patriarca de Constantinopla, Bartolomé I, señaló en su meditación, la necesidad de “escuchar el grito de Dios hacia la humanidad y escuchar el grito de nuestro prójimo”. “¿Qué palabra de paz podremos ofrecer al otro, al diverso, al lejano, al desconocido si aquella palabra de paz no será una real experiencia de comunión con la Luz Radiosa de la Mañana?”, dijo. Y señaló la necesidad de convertirnos, la capacidad de cambiar ruta, que no puede haber conversión si no se escucha, y de la necesidad de que el testimonio cristiano sea profético, y para ello debe realizarse en comunión.
A la salida de esta ceremonia ecuménica fue el acto final que se celebró en la plaza san Francisco.