(ZENIT- Ciudad del Vaticano, 15 Mar. 2017).- “El trabajo nos da dignidad y los responsables de los pueblos tienen la obligación de hacer de todo para que cada hombre y mujer pueda trabajar y así estar con la frente alta: mirar a los otros con dignidad”.
Este ha sido el apremiante llamado realizado por el papa Francisco en la audiencia de este miércoles en la plaza de San Pedro.
“Quien por maniobras económicas, para realizar negociados no enteramente claros cierra fábricas, cierra empresas laborales y quita trabajo a los hombres, esta persona comete un pecado gravísimo”.
El Santo Padre reiteró así lo indicado diversas veces sobre el trabajo y su relación con la dignidad de la persona humana, en un momento de economía globalizada en la cual muchas empresas ‘deslocalizan’ hacia países en los cuales la mano de obra es más barata.
Trabajadores - Pixabay
El Papa en la audiencia: Es un "pecado gravísimo cerrar empresas por motivo de lucro
En la audiencia el Papa recuerda que el trabajo da dignidad a la persona