(ZENIT – 27 mayo 2018).- La vida como la muerte de la Hermana Leonella (1940-2006), mártir en Somalia, es una esperanza para África, dice el Papa Francisco, quien pidió rezar por la paz en este continente.
El Papa Francisco presidió la oración del Ángelus del mediodía de este domingo, 27 de mayo de 2018, en la fiesta de la Santísima Trinidad, en la Plaza de San Pedro, en presencia de unas 25,000 personas.
Después del Ángelus, el Papa saludó a varios grupos y se refirió a la beatificación, ayer, sábado, 27 de mayo en Piacenza (Italia), de la hermana Leonela hermana , muerta en Somalia en Mogadiscio en 2006. El Papa invitó a rezar con él un «Ave María» por la paz en África e invocó a Nuestra Señora de África.
«Leonella Sgorbati, hermana misionera de la Consolata, asesinada por odio a la fe en Mogadiscio (Somalia) en 2006, fue proclamada bienaventurada ayer en Piacenza», dijo el Papa Francisco.
«Su vida, dedicada al Evangelio y al servicio de los pobres, así como su martirio, representan un compromiso de esperanza para África y para el mundo», agregó el Papa.
Luego invitó a la multitud a orar con él un Ave María, por África: «Oremos juntos por África, para que haya paz allí». [Ave María …] Nuestra Señora de África, ruega por nosotros. »
La hermana Leonella, que viajaba con un guardaespaldas, sabía que estaba arriesgando su vida. Ella dijo: «Hay una bala con mi nombre, pero solo Dios sabe cuándo sucederá».
Era domingo, 17 de septiembre de 2006, alrededor del mediodía: la monja había terminado sus clases con los estudiantes de enfermería, estaba regresando a casa con su guardaespaldas, un musulmán, armado. Una bala golpeó a la monja en la espalda y el intento del guardaespaldas de protegerla de su cuerpo fue en vano. Él también fue tocado y murió. En el hospital, la monja tuvo la fuerza para pronunciar la palabra «perdonar» tres veces, dijeron testigos.
El Obispo Giorgio Bertin, un franciscano, Obispo de Djibouti y Administrador Apostólico de Mogadiscio y presidente de Cáritas Somalia, subraya en Vatican News, el mensaje de esperanza a extraer de la muerte de la hermana Leonella y de su guardaespaldas: «Para mí la muerte de una italiana y un somalí, una mujer cristiana, un musulmán, una mujer y un hombre, nos dice que si podemos morir juntos, también podemos vivir juntos».
Antes del Ángelus, el Papa había enfatizado que el significado de la vida es «el océano de amor» de la Santísima Trinidad, un «amor infinito y concreto».
Hizo hincapié en la alegría que acompaña a la misión del cristiano: «la alegría es un poco el primer idioma del cristiano».
Agregó que la persona bautizada nunca está sola, no solo porque Dios está con él, sino porque forma parte de un «pueblo».
Angelus 27/05/2018, Captura @ Vatican Med
Con la bienaventurada hermana Leonella, el Papa reza por la paz en África
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