(ZENIT – 3 dic. 2018).- En la 38ª edición del Premio Mundial Fernando Rielo de Poesía Mística han resultado finalistas diez poetas (cinco hombres y cinco mujeres) procedentes de Argentina (2), Colombia (2), España (5) e Italia (1), seleccionadas de entre 226 poemarios de 28 países.
Las diez obras, nueve escritos en español y una en inglés, optarán por el galardón el 13 de diciembre en el Instituto Cervantes de Nueva York.
Los poetas finalistas de Argentina y Colombia son respectivamente s: Marcelo Galliano, de Buenos Aires, con Manzano entre los árboles; Fernando Raúl Matiussi, de Tucumán, con En el nombre del hijo; Adela Guerrero Collazos, de Cali, por Contigo todo; y AntonioMartín de las Mulas Baeza, de Medellín, Colombia, con Viernes Santo.
Los candidatos españoles son: Antonio Bocanegra, de Cádiz, con la obra La luz con que me alumbro; Pilar Elvira Vallejo, de Madrid, con En voz alta; Desamparados Escrivá Vidal, de Tarragona, con Desnudando el alma; María del Pilar Galán García, de Valladolid, con La nada ¡qué frío!; y Miguel Sánchez Robles, de Murcia con Tanta tristeza.
Asimismo, la poetisa italiana Theresia Maria Bothe, de Sicilia, opta por este premio con su obra That is all.
Publicación de la obra
El premio, para obras inéditas tanto en español como en inglés, está dotado con 7.000 euros y la publicación de la obra. En su larga trayectoria, ha sido fallado en foros como la ONU; la UNESCO; el Senado francés y el Campidoglio romano.
En esta edición se celebrará en el Instituto Cervantes de Nueva York. Cada año cuenta con el apoyo de un amplio Comité de Honor compuesto por académicos de la Lengua, de la Historia y de las Ciencias Morales y Políticas, así como por escritores, poetas, hispanistas y rectores universitarios.
Poesía mística
La necesidad de la poesía en el mundo actual, y de la poesía mística en particular, la expresó Fernando Rielo en 1985, en un discurso ante la UNESCO: “la poesía es forma de una cultura que pasa por una espiritualidad insobornable; privada de este paso, no puede darnos el fruto de la paz. (…) la cultura es sabiduría que eleva a sistema las intuiciones de la vida. Su lenguaje, la poesía; su fruto, la paz”.
La universalidad del hecho místico y de la poesía mística le confieren al premio un carácter ecuménico. De hecho, lo han obtenido poetas tanto de las distintas confesiones cristianas -la mayoría- como de credos no cristianos, demostrando la capacidad de la poesía mística para unir a las culturas y a las religiones.