(ZENIT – 17 dic. 2018). «Estoy contento de estar con vosotros» comenzó diciendo el Papa Francisco a los trabajadores, colaborares y niños del dispensario pediátrico Santa Marta, con quienes se reunió el domingo, 16 de diciembre de 2018, a las 10:30 horas, en la víspera de la 82 cumpleaños.
«Trabajar con los niños no es fácil, pero te enseña mucho» compartió el Santo Padre con las personas que participaron en la audiencia. «A mí me enseña una cosa: que para comprender la realidad de la vida, hay que abajarse, como nos bajamos para besar a un niño. Ellos nos enseñan esto».
Francisco a todos los trabajadores, de quienes dijo que son «la estructura y la vida del dispensario»: los médicos, los colaboradores, los enfermeros, y también la colaboración de los niños, de los papás y de las mamás de los niños. «Es un cuerpo, hay vida en el cuerpo», les recordó. Y observó que esto se «se ve en la espontaneidad de los niños».
«Los orgullosos, los soberbios, no pueden comprender la vida, porque no son capaces de bajarse», explicó el Papa. «Todos nosotros –los profesionales, los organizadores, las hermanas, todos– damos muchas cosas a los niños, pero ellos nos dan este anuncio, esta enseñanza: abajarse».
«Abajarse, ser humilde, y así aprenderás a entender la vida y a entender a la gente. Y todos ustedes tienen esta habilidad de rebajarse. ¡Muchas gracias por esto, muchas gracias!», indicó Francisco.
«Les deseo una feliz Navidad, una feliz y santa Navidad para todos, y muchas gracias por lo que hacen, de verdad. Y también, ¡espero que no haya indigestión con ese pastel tan grande! ¡Gracias!», concluyó.