(ZENIT – 5 junio 2019).- Ante la noticia del fallecimiento del Cardenal Elio Sgreccia, Presidente emérito de la Pontificia Academia por la Vida, el Papa Francisco ha comunicado su pésame a la sobrina del purpurado, la profesora Palma Sgreccia, y a sus familiares, así como a las personas cercanas al fallecido cardenal.
«Recuerdo con ánimo grato su gran servicio a la iglesia, especialmente la obra preciosa y solerte en defensa de los valores fundamentales de la vida humana, por acción de estudio capilar, por formación y evangelización», escribe el Pontífice en su telegrama, publicado el miércoles, 5 de junio de 2019, por la tarde, por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
La Academia Pontificia por la Vida, a través de su presidente el arzobispo Vincenzo Paglia, el Canciller Mons. Renzo Pegoraro, y todo el personal de esa institución, ha anunciado esta mañana con «tristeza» el fallecimiento de su presidente emérito.
“Desde el establecimiento de la Academia Pontificia el 11 de febrero de 1994 –dice el comunicado emitido por la academia– el Cardenal Sgreccia fue el protagonista y el alma valerosa de nuestra institución, apoyando y promoviendo las actividades de estudio y protección de la vida humana frente a los desafíos planteados por la tecnología y el progreso biomédico”.
La institución vaticana agradece la «valiosa y positiva labor» del Cardenal Sgreccia y su «importante contribución» a los temas científicos y al sector académico, «en beneficio del Magisterio de la Iglesia». El purpurado continuaba siguiendo las actividades de esa institución y estaba siempre informado de sus iniciativas actuales. «Con discreción y sensibilidad» acompañó el trabajo de la Academia Pontificia, participando en las Asambleas y reuniéndose con el Papa.
“La Academia Pontificia para la Vida –prosigue el texto- sigue el camino trazado por el cardenal Sgreccia, con la misma audacia a la hora de captar los signos de los tiempos y de responder a las cuestiones sobre el significado de nuestra humanidad contemporánea”.
Biografía
El Cardenal Sgreccia nació en Nidastore di Arcevia (Ancona, Italia) el 6 de junio de 1928 y fue ordenado sacerdote en 1952. En 1974 pasó a ser asistente espiritual en la Facultad de Medicina y Cirugía de la Universidad Católica del Sagrado Corazón. Primer profesor de Bioética en dicho Ateneo, se convirtió en catedrático en 1990. Fundó y dirigió la revista de bioética Medicina e Morale. En la década de 1980 fue Observador de la Santa Sede en el Comité de Ética del Consejo de Europa. De 1990 a 2006 fue miembro del Comité Nacional de Bioética de Italia. Entre sus diversos trabajos, cabe mencionar el Manual de bioética para médicos y biólogos, en dos volúmenes, traducido a varios idiomas.
De 1992 a 2000 fue también director del Instituto de Bioética. El Papa Juan Pablo II lo nombró obispo el 5 de noviembre de 1992. Desde el 3 de enero de 2005 hasta el 17 de junio de 2008 fue presidente de la Academia Pontificia para la Vida, de la que siguió siendo presidente emérito. El Papa Benedicto XVI lo creó cardenal en 2010.
Promover el bien de todos
En los últimos días, tras su ingreso en el Policlínico Gemelli de Roma, el Cardenal Sgreccia expresó su deseo de regresar a su hogar en Roma, donde ha fallecido hoy, miércoles 5 de junio a las 12:15 horas.
Su sobrina, la profesora Palma Sgreccia, lo recuerda como «un hombre de fe, caracterizado por una gran sobriedad de vida, que siempre trató de promover el bien de todos». En cada elección y decisión estaba guiado por la inspiración de la fe y el poder de la razón”.