(ZENIT- 27 junio 2019).- ¡Felicidades! Hoy es el aniversario de la consagración episcopal, hace 27 años, del Padre Jorge Mario Bergoglio en la Catedral de Nuestra Señora de Buenos Aires, el 27 de junio de 1992, año del quinto centenario de la evangelización de América Latina: tenía 55 años.
El tweet publicado hoy en su cuenta, en forma de bienaventuranza, resume quizás cómo ve el Papa el papel del obispo: «Bienaventurado el que cree y tiene el valor de crear encuentro y comunión».
Pero el Papa Francisco ya ha pintado en varias ocasiones el retrato robot del obispo según su corazón, como en su homilía del 12 de noviembre de 2018 en Santa Marta: «Es la Palabra de Dios la que proclama que el obispo debe ser un siervo humilde y manso, no un príncipe»: «no es una novedad postconciliar, sino que se remonta a los inicios de la Iglesia, cuando esta se dio cuenta de que tenía que organizarse», señaló el Papa.
«En la Iglesia no se puede poner orden sin este tipo de obispos», subraya el Papa: «Lo que importa ante Dios no es ser «simpáticos», sino «la humildad» y el «servicio», añadió.
Y estas son las cualidades que debe cultivar el obispo, empezando por la «hospitalidad», para luego «estar enamorado del bien», «razonable, justo, santo, dueño de sí mismo, fiel a la palabra que le ha sido enseñada».
Un video de archivo describe el evento. El obispo auxiliar de Buenos Aires fue ordenado al mismo tiempo que Mons. Raúl Omar Rossi (1938-2003), obispo de San Martín, por el Cardenal Antonio Quarracino, arzobispo de Buenos Aires (1923-1998).
Después fue designado coadjuntor, a partir del 3 de junio de 1997, antes de suceder al cardenal Quarracino, fallecido el 28 de febrero de 1998.
Fue nombrado cardenal por Juan Pablo II el 21 de febrero de 2001 y elegido Papa el 13 de marzo de 2013, a la edad de 76 años.
Nacido el 17 de diciembre de 1936, fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969, cuatro días antes de cumplir 33 años. Había hecho sus votos religiosos perpetuos en la Compañía de Jesús el 22 de abril de 1973.