(ZENIT – 12 agosto 2019).- Para la 105ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado (JMMR), que se celebrará el domingo 29 de septiembre de 2019, la Sección Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral ofrece un «kit» de material en línea: una quincena de documentos que contienen reflexiones, oraciones, e ideas para homilías y encuentros.
El tema de este año es «No se trata sólo de los migrantes». «El Papa Francisco -explica el dicasterio en un comunicado- pretende animarnos a orar y a actuar proponiendo una reflexión sobre el hecho de que los migrantes, los refugiados, los desplazados internos y las víctimas de la trata de personas se encuentran entre los destinatarios de una mayor preocupación, que concierne a todos los habitantes de las periferias existenciales y, en última instancia, a todos nosotros».
Se invita a las iglesias de todo el mundo a celebrar la JMMR «con los migrantes, los refugiados, los desplazados internos, las víctimas de la trata de personas y las organizaciones que trabajan juntas para ayudarles». (…)
El Papa celebrará una Misa a las 10:30 horas, en la Plaza de San Pedro. En su mensaje para este acontecimiento, el Papa invita a cultivar la «compasión», a «actuar de inmediato para aliviar, sanar y salvar». «Se trata de poner al último en primer lugar» porque el verdadero lema del cristiano es «primero el último» y no «yo primero y los otros después».
El Papa advierte contra el «declive moral que nos espera si seguimos cediendo terreno a la cultura del rechazo» y nos invita «a redescubrir ciertas dimensiones esenciales de nuestra existencia cristiana y de nuestra humanidad». Al cuidar de los migrantes, «todos estamos creciendo», dice.
«El problema no es tanto tener dudas y temores», dice el Papa: «El problema es cuando condicionan nuestra manera de pensar y actuar hasta el punto de hacernos intolerantes, cerrados, y quizás incluso…. racistas».
«No se trata sólo de los migrantes: se trata de no excluir a nadie», continúa denunciando la explotación de los recursos naturales y humanos «en beneficio de unos pocos mercados privilegiados» y el comercio de armas: «Los que sufren son siempre los pequeños, los pobres y los más vulnerables, a los que se les impide sentarse a la mesa y se les deja con las ‘migajas’ del banquete».
Por eso, el Pontífice exhorta a «liberarnos de la exclusión, de la indiferencia y de la cultura del despilfarro» y a «dar cabida a la ternura».