(ZENIT – 20 agosto 2019).- A través de un mensaje, difundido por la Archidiócesis de Belém do Para (Brasil), el Papa Francisco manifestó su alegría y agradecimiento ante la puesta en marcha del barco hospitalario que lleva su nombre y que definió como “un hermoso gesto concreto” con vistas al Sínodo para la Amazonía, que tendrá lugar en octubre de este año.
Se trata de un centro hospitalario fluvial ambulante destinado a atender a las poblaciones amazónicas sin acceso a servicios médicos.
En sus palabras, el Santo Padre apunta a la importancia del inicio de la actividad del Hospital Papa Francisco, que “tomará la Palabra de Dios y ofrecerá acceso a una mejor salud para las poblaciones más necesitadas, especialmente los pueblos indígenas y ribereños, que viven a lo largo de un tramo de 1.000 kilómetros en el río Amazonas”.
También resaltó que “este hospital fluvial es ante todo una respuesta al mandato del Señor, que sigue enviando a sus discípulos a anunciar el Reino de Dios y a curar a los enfermos (cf. Lc 9, 2). De hecho, Jesús ofrece a los hombres una vida abundante (cf. Jn 10,10). Y promover esta vida -que, en la Amazonía, ‘se refleja en su abundante biodiversidad y en sus culturas (…) una vida plena e integral, una vida que canta, un himno a la vida, como el canto de los ríos’ (Sínodo para la Amazonia, Instrumentum laboris, 11)”.
Al mismo tiempo, Francisco indica en su mensaje que la misión de este barco coincide con lo que los pueblos amazónicos describen como “buen vivir”, esto es: “vivir en armonía consigo mismo, con la naturaleza, con los seres humanos y con el ser supremo (Ibíd. 12)”.
Un hospital sobre el agua
Por otro lado, el Pontífice recuerda que la Iglesia está llamada a ser un “hospital de campaña”, que se traduce en la acogida del prójimo “sin distinción ni condiciones” y que con esta iniciativa “se presenta ahora también como un ‘hospital sobre el agua’».
Además, “esta barca traerá consuelo espiritual y calma a las convulsiones de los hombres y mujeres necesitados, abandonados a su suerte”, subraya Francisco.
Finalmente, el Santo Padre manifestó su agradecimiento a “Mons. Bernardo Bahlmann, obispo de Óbidos, y a los Franciscanos de la Providencia por este hermoso signo de fe y solidaridad cristiana y, al poner a los médicos, voluntarios, bienhechores y, sobre todo, a las personas que serán atendidas por el barco hospitalario a los pies de Nuestra Señora de Nazaret, envío mi bendición apostólica a todos con todo mi corazón, pidiéndoles que oren por mí y por los buenos frutos del próximo Sínodo para la Amazonía”.
Historia del Barco Hospital Papa Francisco
Según informa la Arquidiócesis de Belém, donde tuvo lugar la inauguración de la embarcación el pasado 17 de agosto de 2019, el Barco Hospital Papa Francisco ha sido construido en Fortaleza, Ceará, Brasil, y, efectivamente, tiene el objetivo de ofrecer acceso a atención médica básica a las personas que viven cerca de los ríos.
La idea de este barco hospitalario surgió como resultado del estímulo del Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud (2013). Durante la visita del Papa a un hospital de la Fraternidad de San Francisco en Río de Janeiro, este preguntó al fundador, el padre Francisco Belotti, si estaban presentes en la Amazonía. Ante su respuesta negativa, Francisco simplemente respondió: “Entonces debes ir”.
De este modo, Mons. Bernardo Bahlmann, junto con los otros religiosos de la Fraternidad, iniciaron la creación del consabido proyecto con la misión de atender a la población ribereña.
Equipo y servicios
El barco del Hospital Papa Francisco, que funcionó por primera vez el pasado domingo 18 de agosto, tiene 32 metros de eslora y contará con hasta 23 profesionales de la salud, con capacidad para hasta 30 tripulantes.
Cuenta con salas para los siguientes servicios médicos: rayos X, mamografía, ecocardiografía, pruebas de esfuerzo, quirófano, laboratorio de análisis, farmacia, sala de vacunación, consultorios médicos, consultorio oftalmológico y dental y camas de hospital.
Desde 1985, la Asociación y Fraternidad de San Francisco de Asís en la Providencia de Dios en Brasil realiza trabajos dirigidos a proporcionar servicios sanitarios básicos, a través de medios tales como clínicas ambulatorias, sala de urgencias, farmacias, albergues y comunidades terapéuticas. Tiene su sede en Jaci, Sao Paulo, y también está presente en Pará, Goiás, Paraná, Ceará y Río de Janeiro.