(ZENIT – 4 oct. 2019). Hoy, 4 de octubre, se celebra la fiesta del poverello, san Francisco de Asís, Patrón de los amantes del cuidado de la Creación y dedicados a la Ecología, elegido para ser el modelo de la Asamblea Especial del Sínodo para la Región Panamazónica, que se iniciará el próximo domingo, 6 de octubre de 2019, en el Vaticano.
Para concluir el Tiempo de la Creación, iniciativa promovida por el Papa Francisco, en el marco del Sínodo Amazónico, ha tenido lugar la ceremonia, a las 12 horas, en uno de los jardines del Vaticano, presidida por el Papa Francisco, y en la que han participado representantes de los pueblos indígenas de la Amazonía, frailes franciscanos y varios representantes de la Iglesia y del Vaticano.
De este modo, han asistido al acto varios cardenales y obispos, entre ellos el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los Obispos, el cardenal Cláudio Hummes, presidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) y relator general, el cardenal Peter Turkson, prefecto para prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
En el marco del 40º aniversario de la proclamación de san Francisco como patrón de los amantes por la Ecología y el cuidado de la Creación, fiesta que estableció el Papa Juan Pablo II el 29 de noviembre, los líderes de los pueblos amazónicos han realizado una alabanza, orando y bailando, en honor al santo, a quien se ha consagrado el próximo Sínodo Amazónico.
Alabanza de líderes amazónicos
Con la intención de «enviar un potente mensaje al mundo sobre el cuidado de la Casa Común», ha señalado la Santa Sede, los líderes amazónicos han expresado sus alabanzas y peticiones a la Madre Tierra, en un rito lleno de simbolismo y tradiciones. Después, los representantes indígenas han dejado una ofrenda compuesta por objetos que simbolizan el agua, la tierra, las semillas y los mártires, en concreto mártires amazónicos franciscanos.
Después, tres líderes de los pueblos indígenas de la Amazonía han saludado al Papa Francisco y les han entregado unos regalos, realizados por sus pueblos.
En representación del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, el cardenal Turkson ha indicado que «el hombre no puede ser indiferente a la suerte de estas fragilidades», pues «todo esfuerzo por proteger y mejorar nuestro mundo implica cambios profundos en los ‘estilos de vida, los modelos de producción y consumo, y las estructuras de poder establecidas que hoy gobiernan las sociedades'», ha citado unas palabras de Francisco en la Encíclica Laudato Si’.
Caos en cosmos
La Palabra de Dios –ha señalado el Card. Turkson– transformó el «caos» en los albores de la creación en un «cosmos», «un sistema mundial ordenado, capaz de sostener la vida humana y apto para ser hogar del hombre». Así, el purpurado ha anunciado: «La lección aquí es simple: El caos con la Palabra de Dios se convierte en Cosmos. Por el contrario, ¡el Cosmos sin la Palabra de Dios se convierte en caos!».
A continuación, el cardenal Cláudio Hummes, relator general de la Asamblea Especial del Sínodo para la Amazonía, ha anunciado que san Francisco ha sido elegido como modelo del Sínodo Amazónico, en consecuencia de ser el Patrón de la Creación y de los amantes del cuidado de la Casa Común.
Después, representes de los pueblos amazónicos y de la Iglesia han presentado «tierra del Tiempo de la Creación del mundo», traída por representantes de la Amazonía y de otros lugares del mundo, también de la India y de otros países, y la han depositado a los pies del árbol que plantaría más tarde el Papa con el cardenal Hummes y una pareja de indígenas brasileños en los jardines del Vaticano.
Plantación de una encina
11 depositarios de la tierra han sido en total, desde asociaciones, grupos o congregación religiosas, procedente de lugares de tráfico de personas, de lugares de migración, y de otros sitios que simbolizan conflictos sociales o humanitarios, presentándose así como ofrenda para el nuevo árbol, la nueva creación.
Así, ha llegado el momento cumbre del acto, la plantación de una encina, por parte del Papa Francisco junto al cardenal Hummes y una pareja de indígenas, procedentes de Oliveira, Brasil, en recuerdo de la encina de Asís, con la tierra que anteriormente han depositado los diferentes grupos y representantes, como símbolo de la «sabiduría indígena que nos recuerda a reconocernos como parte del presente y del futuro».