(ZENIT 10 noviembre 2019).- Saludos del Papa a los peregrinos de la Plaza de San Pedro después del Ángelus y aplausos para la nueva beata, la española María Emilia Riquelme beatificada ayer en Granada y el nuevo santo portugués Bartolomeo Fernandes de los Mártires.
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Palabras del Papa después del Ángelus
Queridos hermanos y hermanas:
Ayer en Granada, España, fue proclamada beata María Emilia Riquelme y Zayas, fundadora de las Hermanas Misioneras del Santísimo Sacramento y de María Inmaculada. Y hoy, en Braga, en Portugal, se celebra una Misa de acción de gracias por la canonización equivalente de San Bartolomeo Fernandes de los Mártires. La nueva beata fue ejemplar en el fervor de la adoración Eucarística y generosa en el servicio a los más necesitados; mientras que el nuevo Santo fue un gran evangelizador y pastor de su pueblo. Un aplauso para ellos!
Dirijo un pensamiento especial al querido pueblo de Sudán del Sur, que tendré que visitar este año. Con el recuerdo todavía vivo del retiro espiritual para las autoridades del país, celebrado en el Vaticano en abril pasado, deseo renovar mi invitación a todos los que participan en el proceso político nacional y a buscar lo que une y a superar lo que divide en un espíritu de verdadera fraternidad.
El pueblo de Sudán del Sur ha sufrido mucho en los últimos años y espera con gran esperanza un futuro mejor, especialmente el fin definitivo de los los conflictos y una paz duradera. Por lo tanto, insto a los responsables a continuar, sin cansancio, en su compromiso con un diálogo inclusivo en la búsqueda del consenso para el bien de la nación. También expreso la esperanza de que la comunidad internacional no descuide acompañar a Sudán del Sur en el camino hacia la reconciliación nacional. Os invito a todos a rezar juntos por este país, por el que siento un especial afecto.
Ave María……
También quiero confiar a sus oraciones la situación de mi querida Bolivia, cercana a mi país, invito a todos los bolivianos, en particular a los actores políticos y sociales, para que esperen con un espíritu constructivo y sin condiciones previas, en un ambiente de paz y serenidad, los resultados del proceso de la revisión de las elecciones, que actualmente se está llevando a cabo. En paz.
Hoy en Italia celebramos el Día Nacional de Acción de Gracias por los frutos de la tierra y del trabajo. Me uno a los obispos para recordar el fuerte vínculo entre el pan y el trabajo, esperando políticas de empleo audaces que tengan en cuenta la dignidad y la solidaridad y que prevengan los riesgos de corrupción. Que no se exploten a los trabajadores, que exista un trabajo para todos, pero un trabajo verdadero, no un trabajo de esclavos.
Doy las gracias a todos los que han venido de Roma, de Italia y de muchas partes del mundo. Saludo a los peregrinos de Haaren (Alemania), Darwin (Australia) y a los estudiantes de Neuilly (Francia); así como a los fieles de la diócesis de Piacenza-Bobbio, a los de Bianzè y Burano.
Les deseo a todos un feliz domingo. Por favor, no se olviden de rezar por mí. Gracias. Buen almuerzo y adiós.