(ZENIT – 19 nov. 2019).- La Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) afirma apoyar el documento final aprobado en el Sínodo de la Amazonía y confiar plenamente en el compromiso del Papa Francisco para que puedan “caminar juntos con alegría, esperanza y mucha voluntad”.
El pasado 13 de noviembre de 2019, la COICA difundió una declaración sobre el Sínodo para la Región Amazónica celebrado en Roma el pasado mes de octubre.
Esta coordinadora es una organización indígena de convergencia internacional que orienta sus esfuerzos a la promoción, protección y seguridad de los pueblos y territorios indígenas a través de la defensa de sus formas de vida, principios y valores sociales, espirituales y culturales.
Llamamiento internacional
En este documento, dividido en 9 puntos, la COICA agradece a la Iglesia, representada por el Papa Francisco, por haber posibilitado su presencia en este Sínodo de los Obispos, así como los compromisos realizados tras su celebración.
Después, realiza un llamamiento al mundo, a los gobiernos y a los parlamentos de Europa, Estados Unidos y América Latina a que paren la violencia contra la Amazonía, se agilice la titulación de los territorios indígenas y se frene la “invasión violenta e inconsulta de grandes proyectos de ‘desarrollo’ que están saqueando nuevamente nuestra casa y nuestra vida”.
«La cultura del capital”
La declaración también se refiere a “la cultura del capital, la lógica de la propiedad y la codicia, la enfermedad del consumismo, el excesivo individualismo y la casi total ausencia de espiritualidad”, descritos como “signos terminales de la crisis civilizatoria contemporánea”.
También resalta que hoy, ante la reciente crisis de los incendios en la Amazonía, muchos gobiernos y organismos continúan abordando iniciativas “sin considerar a los pueblos indígenas ni sus organizaciones representativas”, manteniendo “una lógica neocolonial” que concibe que la conservación es posible sin tener en cuenta a las comunidades ancestrales.
Como consecuencia de ello, durante muchos años, se ha producido: “la devastación de la selva, el exterminio de pueblos y comunidades indígenas, la migración, la progresiva pérdida de los conocimientos, saberes y prácticas y la disputa sobre una identidad que se debate entre lo propio y lo ajeno”.
Ecología integral
La organización reconoce y valora en este texto las orientaciones y visiones del Papa respecto a una “ecología integral”, definiéndola como “fundamento de relación entre la ética y el bien común de toda la creación” que invita a “pasar del consumo al sacrificio, de la avidez a la generosidad, del desperdicio a la capacidad de compartir. Pasar poco a poco de lo que yo quiero a lo que necesita el mundo de Dios”.
Así, la declaración recuerda el llamamiento que el Papa Francisco realizó en Puerto Maldonado “a cambiar el paradigma histórico en que los Estados ven la Amazonía como despensa de los recursos naturales por encima de la vida de los pueblos originarios y sin importar la destrucción de la naturaleza”, subrayando que “la defensa de la tierra no tiene otra finalidad que no sea la defensa de la vida. Esta debe considerarse tierra santa: ¡Esta no es una tierra huérfana! ¡Tiene Madre!”.
Trabajo conjunto
La Amazonía es disputada por el neoextractivismo y la presión de intereses económicos “ávidos de petróleo, gas, madera, oro y monocultivos industriales”, indica el comunicado. Y, además la amenaza contra los territorios amazónicos “también viene por la perversión de ciertas políticas que promueven ‘la conservación’ de la naturaleza sin tener en cuenta al ser humano y, en concreto [a los] hermanos [y hermanas] amazónicos que habitan en ellas”.
Con respecto al trabajo conjunto con la Iglesia y el Santo Padre, la declaración especifica tres aspectos: la ecología integral; el trabajo conjunto con la iglesia amazónica y el pueblo amazónico para hacer realidad en los pueblos y comunidades la valoración de sus prácticas económicas; y lograr incidir “sobre la importancia de las culturas, los conocimientos y la espiritualidad indígena para la conservación de la Amazonía”.
Finalmente, la nota apunta que“la canoa de la COICA regresa a la maloca con la esperanza intacta, en la prevalencia de la humanidad frente al azote de egoísmo y avaricia que pone en peligro nuestra casa común, y reitera el llamado a la protección y defensa de nuestra selva porque es nuestra madre acá en la tierra”.