(ZENIT – 21 nov. 2019).- «Como su Santidad dijo una vez, el amor es la mejor medicina y remedio para curar no solo el cuerpo, sino también el espíritu. Esta es nuestra misión», señaló el director del hospital de San Luis, en Bangkok.
Hoy, 21 de noviembre de 2019, el Papa Francisco se ha reunido con el personal médico del hospital de San Luis, donde el director del centro hospitalario, el profesor doctor Tanin Intragumtornchai, le ha dedicado unas palabras de bienvenida.
El hospital de San Luis, conocido también como el hospital infantil de St. Louis, es una clínica privada sin ánimo de lucro fundada en 1898 por el entonces arzobispo Louis Vey, vicario apostólico de la misión católica en Siam.
En el auditorio de este centro sanitario había congregadas unas 700 personas entre médicos, enfermeras y personal del hospital y de otros hospitales y centros de bienestar de la Iglesia.
Antes de que el Santo Padre pronunciara su alocución, tuvo lugar el citado saludo del director y la entrega de un regalo al Pontífice.
A continuación, exponemos las palabras de bienvenida de Tanin Intragumtornchai, director del Hospital de San Luis.
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Su Santidad Papa Francisco,
En nombre del hospital de San Luis, el hospital de Saint Mary, el hospital Camilliano y el hospital de San Camilo, tengo el placer de dar la bienvenida a Su Santidad y de saludarlo cordialmente en esta ocasión de su visita a Tailandia. Su presencia entre nosotros tiene un gran significado. Su Santidad representa “El hombre de palabra” que vive lo que predica y tiene siempre sus brazos abiertos para acercarse a todos. Como Vicario de Cristo, su presencia representa una bendición del mismo Cristo.
La Iglesia quiere testimoniar que nuestros hospitales católicos no tienen como objetivo el hacer negocio. No queremos competir con nadie, solo queremos predicar la Buena Nueva de Jesucristo por medio de nuestro amor y compasión.
Como su Santidad dijo una vez, el amor es la mejor medicina y remedio para curar no solo el cuerpo, sino también el espíritu. Esta es nuestra misión. Tratamos que todo nuestro personal comparta nuestro valor fundamental: los pacientes son nuestra prioridad, respetamos su dignidad humana, todos somos iguales, pobres o ricos, blancos o negros. Tratamos a todos con el mismo criterio que nos exige el espíritu del hospital de San Luis “Ubi Caritas, Ibi Deus Est”. Creemos en el poder del amor y compasión de Cristo y estamos dispuestos a cualquier sacrificio para poner este amor y esta compasión en acción. Inspirados por las oraciones y las enseñanzas de Su Santidad, nos sentimos fortalecidos y más unidos para anunciar la Buena Nueva de Jesucristo y dar testimonio de su amor y compasión en nuestra diaria misión de traer la salud física y espiritual a nuestros pacientes.
Aprovechamos esta oportunidad para asegurar a Su Santidad de nuestras oraciones, rogando al Señor que le otorgue fortaleza y buena salud.
Cordialmente suyos, y unidos en Cristo.
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