(zenit – 28 junio 2020).- Tras el rezo del Ángelus, el Papa Francisco ha llamado hoy, 28 de junio de 2020, a rezar por la situación en Siria, Yemen y Ucrania occidental.
Apelando a labor de los dirigentes, Francisco se ha referido a la crisis sociopolítica y económica del pueblo sirio y sus países vecinos, como el Líbano, agravadas por la pandemia; a la crisis humanitaria vivida en Yemen y a los damnificados por las inundaciones en Ucrania occidental.
Igualmente, el Santo Padre ha saludado a los fieles y peregrinos presentes en la plaza de San Pedro, llegados desde Italia y otros países, en especial a una delegación de la República del Congo.
A continuación sigue la traducción no oficial de las palabras del Pontífice tras la oración mariana ofrecida por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
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Palabras del Papa
Queridos hermanos y hermanas:
El próximo martes, 30 de junio, se celebrará la cuarta Conferencia de la Unión Europea y las Naciones Unidas para «apoyar el futuro de Siria y su región». Oremos por esta importante reunión, para que pueda mejorar la dramática situación del pueblo sirio y de los pueblos vecinos, en particular de Líbano, en el contexto de graves crisis sociopolíticas y económicas que la pandemia ha hecho aún más difíciles. ¡Pensad que hay niños con hambre que no tienen comida! Por favor, que los líderes sean capaces de hacer la paz.
También os invito a rezar por la población de Yemen. También en este caso especialmente por los niños que sufren a causa de la grave crisis humanitaria. Así como por los afectados por las graves inundaciones en el oeste de Ucrania: que puedan experimentar el consuelo del Señor y la ayuda de los hermanos.
Dirijo mi saludo a todos vosotros, romanos y peregrinos procedentes de Italia y otros países. ¡Veo banderas: polaca, alemana y otras! En particular, saludo a todos los que participaron esta mañana, aquí en Roma, en la misa de rito congoleño, rezando por la República Democrática del Congo. Saludo a la delegación congoleña presente. ¡Qué gente estupenda estos congoleños!
Os deseo a todos un buen domingo. Por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo! Y nos vemos mañana para la fiesta de san Pedro y san Pablo.