(zenit – 29 oct. 2020).- El Papa Francisco impuso el “palio” al patriarca Pierbattista Pizzaballa ayer, 28 de octubre de 2020, en la capilla del Espíritu Santo de la Casa Santa Marta del Vaticano.
El nuevo patriarca latino de Jerusalén, nombrado el 24 de octubre, recibió la pequeña estola de lana blanca, bordada con una cruz, entregada a los arzobispos metropolitanos para significar su unión con el sucesor de Pedro.
Recorrido del patriarca Pizzaballa
Antes de su nombramiento como jefe del patriarcado, el obispo Pizzaballa ha sido su administrador apostólico. Nombrado en junio de 2016 hasta el nombramiento de un nuevo patriarca, fue elevado a la dignidad de arzobispo y ordenado obispo el 10 de septiembre en la catedral de Bérgamo, su diócesis de origen.
El obispo Pizzaballa tiene 55 años. Entró en los franciscanos, hizo su profesión perpetua en 1989 y fue ordenado sacerdote al año siguiente. Estudió Teología en la Pontificia Universidad Antonianum de Roma y luego en el Studium Biblicum Franciscanum (SBF), ahora Facultad Franciscana de Ciencias Bíblicas y Arqueológicas de Jerusalén, de 1990 a 1993. Allí también enseñó hebreo bíblico, editó la publicación del Misal Romano en hebreo y tradujo varios textos litúrgicos al hebreo para la comunidad católica de Israel.
En 2001, fue nombrado guardián del Convento de los Santos Simeón y Ana en Jerusalén. Fue vicario general del Patriarcado Latino de Jerusalén para la Atención Pastoral de los católicos de habla hebrea en Israel de 2005 a 2008. El definitorio general de los franciscanos (Consejo) lo eligió “custodio de Tierra Santa y Guardián del Monte Sión” en mayo de 2004, cargo que desempeñó durante doce años, hasta abril de 2016.
Dentro de la Curia Romana, es miembro de la Congregación para las Iglesias Orientales y consultor de la Comisión para las Relaciones con el Judaísmo del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.