Por: P. Jorge Enrique Mújica, L.C.
(ZENIT Noticias / Roma, 26.10.2021).- Desde las páginas de la conocida revista estadounidense First Things llegó una contestación a una publicación del liberal magazine de los jesuitas estadounidenses, America. El tema era el ataque que desde la revista jesuita se hacía contra la cadena EWTN por parte de un “biógrafo” del Papa (Austen Ivereigh). El autor de la contestación es el conocido arzobispo Charles Chaput.
Como es recordado, en Eslovaquia el Santo Padre sostuvo un encuentro con los jesuitas de ese país. Fue ahí que les dijo que “hay una gran cadena de televisión católica que habla continuamente mal del Papa sin ningún problema”. Dado que como el mismo Pontífice ha referido en varias ocasiones, él no ve televisión, alguien tuvo que hacerle esa injusta referencia que se quedó en la mente del Pontífice y fue trasladada a otros.
Es así que Mons. Chaput escribe: “Es sorprendente escuchar a un Papa ser tan pública y personalmente sensible a la mala voluntad percibida de unos pocos comentaristas en una red modesta (según los estándares seculares) con base en otro continente. El conflicto, mucho de él, tanto dentro como fuera de la Iglesia, viene con el trabajo de cada obispo. El obispo de Roma no está exento de esa triste carga. Y Raymond Arroyo, de EWTN, a quien Ivereigh parece considerar como una herramienta especial de los demonios, no representa la misma amenaza temible para la Iglesia que, digamos, Xi Jinping de China, o figuras significativas en el liderazgo actual de Estados Unidos”.
Y continúa el ex arzobispo de Denver: “el Sr. Ivereigh tiene razón al ver la crítica eclesial mezquina de cualquiera como venenosa para la unidad de la Iglesia. Pero podría tomarse en serio sus propias palabras al examinar algunos de sus trabajos anteriores. Además, no todas las críticas en una familia son mal intencionadas, desleales o inexactas. Un poco de ira, incluso la ira contra la autoridad legítima, es justa. La virtud de la obediencia cristiana se basa en decir la verdad, con amor, pero con franqueza y firmeza, y la verdadera religión no tiene nada que ver con una postura de servilismo”.
A continuación, Chaput se posiciona sobre EWTN y dice: “Como miembro de la junta de EWTN durante muchos años, antes de jubilarme, conozco bien las deficiencias de la red. Siempre puede mejorar. Pero ha logrado servir al evangelio durante décadas con habilidad y resistencia donde muchos otros han fallado. Por lo tanto, es difícil leer a los críticos de la red sin oler también su peculiar colonia de falsa piedad, celos y resentimiento. Los logros de EWTN merecen elogios y merecen orgullo. Admiro la dedicación de sus líderes y personal. Estoy agradecido por el servicio de la red a la Palabra de Dios. Y cualquier sugerencia de que EWTN es infiel a la Iglesia, el Concilio Vaticano II o la Santa Sede, es simplemente vengativa y falsa”.
A Austin Mons, Chaput reconoce como “un escritor capaz; me complació respaldar su primer (y mejor) libro, “El gran reformador”, con un título grandioso y un ligero condimento de sarcasmo, pero una lectura valiosa de todos modos. Posteriormente subraya que “El Papa Francisco es un tema complejo y absorbente para cualquier biógrafo honesto. Ivereigh debería sentirse avergonzado, pero probablemente no lo hará, por su artículo en América. El papel de cortesano no le conviene. Pero tampoco está solo en esa línea de trabajo durante el pontificado actual”.
La contestación de Mons. Chaput termina con estas palabras: “Ningún pontificado está bien servido cuando sus promotores muestran desprecio y beligerancia hacia los enemigos percibidos. Ese tipo de palabrería simplemente produce más críticos, y aún más decididos, que de hecho se convierten en enemigos. Uno puede esperar que el Papa Francisco entienda esto. Mientras tanto, vale la pena enfatizar que los últimos ataques contra EWTN son feos e injustos, y llamarlos de otra manera es, para tomar prestado un pensamiento del Sr. Ivereigh, ´simplemente ponerle lápiz labial a un cerdo´».