(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 23.02.2022).- Fue al inicio de la última semana de febrero que el presidente ruso, Vladimir Putin, decidió reconocer la independencia de dos territorios de Ucrania y a través de ese reconocimiento intervenir militarmente para ayudar a las repúblicas independentistas.
Las sanciones económicas que gran parte de países occidentales aplicaron a Rusia no han servido para suavizar tensiones. De hecho, en Ucrania se vive una creciente tensión social.
En la audiencia general de este miércoles 23 de febrero el Papa se pronunció: ante todo realizó un nuevo llamamiento a la paz y pidió abstenerse de acciones que provoqué más sufrimiento. También declaró que el 2 de marzo, Miércoles de Ceniza e inicio del periodo litúrgico de Cuaresma, Jornada de ayuno por la paz.
A continuación las palabras íntegras del Papa:
“Tengo un gran dolor en el corazón por el empeoramiento de la situación en Ucrania. A pesar de los esfuerzos diplomáticos de las últimas semanas se están abriendo escenarios cada vez más alarmantes. Al igual que yo, mucha gente en todo el mundo está sintiendo angustia y preocupación. Una vez más la paz de todos está amenazada por los intereses de las partes. Quisiera hacer un llamamiento a quienes tienen responsabilidades políticas, para que hagan un serio examen de conciencia delante de Dios, que es Dios de la paz y no de la guerra; que es Padre de todos, no solo de algunos, que nos quiere hermanos y no enemigos. Pido a todas las partes implicadas que se abstengan de toda acción que provoque aún más sufrimiento a las poblaciones, desestabilizando la convivencia entre las naciones y desacreditando el derecho internacional.
Y quisiera hacer un llamamiento a todos, creyentes y no creyentes. Jesús nos ha enseñado que a la insensatez diabólica de la violencia se responde con las armas de Dios, con la oración y el ayuno. Invito a todos a hacer del próximo 2 de marzo, Miércoles de Ceniza, una Jornada de ayuno por la paz. Animo de forma especial a los creyentes para que en ese día se dediquen intensamente a la oración y al ayuno. Que la Reina de la paz preserve al mundo de la locura de la guerra”.