(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 01.06.2022).- Ucrania es también conocida como el granero de Europa. Y no sólo. Sus amplias extensiones de tierra cultivable y fértil le ha convertido en el quinto país del mundo que más trigo exporta. De acuerdo a datos de Worldstopexports, en 2020-2021 la producción ucraniana de trigo supuso un 9% del comercio mundial. Este dato queda más evidenciado si se piensa que con la producción ucrania se alimentan 600 millones de personas.
Pero la invasión rusa del país supone un problema de alcance mundial: Ucrania no tiene como seguir exportando sus cereales y granos. Su principal puerto ubicado en el Mar Muerto (Odesa) está bloqueado por los ataques rusos. Y no parece que Putin quiere dejar pasar el alimento que necesitan los europeos. De hecho, no son sólo los europeos los que compran a Ucrania.
En todo este contexto, el Papa hizo un llamamiento la mañana del miércoles 1 de junio desde la plaza de San Pedro. Tras ofrecer su catequesis semanal, el Papa dijo hacia el final de la audiencia general:
“Preocupa mucho el bloqueo de la exportación de grano de Ucrania, del que depende la vida de millones de personas, especialmente en los países más pobres. Hago un sentido llamamiento para que se haga todo lo posible para resolver esta cuestión y garantizar el derecho humano universal a la alimentación. ¡Por favor, que no se utilice el grano, un alimento básico, como arma de guerra!”.
La situación de los granos ucranianos puede derivar en una crisis alimentaria y económica: en 2019 el 10% del PIB de Ucrania provenía de la venta de granos. Países como Turquía, Líbano, Yemen o Egipto son dependientes del grano ucraniano. Ucrania también es uno de los principales productores de aceite de girasol. Su producción representaba hasta el 50% del total mundial.
Además de los granos, Ucrania representa una importante industria que abastece otros campos como el hierro (en 2018 fue el cuarto país que más exportó), el acero (10º lugar como productor, 11º como exportador). La posible hambruna derivada de la invasión rusa fue abordada en una cumbre en Bruselas en la última semana de mayo de 2022.