(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 27.06.2022).- Por la mañana del lunes 27 de junio el Papa recibió en audiencia en el Aula Pablo VI del Vaticano (un aula más llena que lo que se pudo apreciar durante el Encuentro Mundial de las Familias que unos días antes se celebró en la misma sala) a familias del Camino Neocatecumenal. Estaban presentes dos de sus iniciadores: el P. Paolo Pezzi y Kiko Argüello. Durante el encuentro se comunicó que dentro de poco daría inicio el proceso de beatificación de otra de las iniciadoras: Carmen Hernández.
El Papa quiso encontrar a las familias del Camino Neocatecumenal pero la sorpresa hecha regalo fue para todos: apareció andando, ayudado por un bastón, y sin la silla de ruedas.
Dirigiéndose a los presentes les dijo: “Hemos escuchado la misión de Jesús: ‘Id, dad testimonio, predicad el Evangelio’. Y desde aquel día, los apóstoles, los discípulos, la gente, todos salieron con la misma fuerza que Jesús les había dado: es la fuerza que viene del Espíritu. ‘Ve y predica… bautiza…’ Pero sabemos que una vez que hemos bautizado, la comunidad que nace de ese bautismo es libre, es una nueva Iglesia; y debemos dejarla crecer, ayudarla a crecer a su manera, con su propia cultura… Esta es la historia de la evangelización. Todos iguales en la fe: creo en Dios Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo; en el Hijo que se encarnó, murió y resucitó por nosotros; en el Espíritu que nos ayuda y nos hace crecer: la misma fe. Pero todo a la manera de su propia cultura o de la cultura del lugar donde se predicaba la fe”.
Siguiendo con esa misma idea del crecimiento de la fe en la cultura local, el Papa añadió: “Y esta obra, esta riqueza multicultural del Evangelio, que nace de la predicación de Jesucristo y se convierte en cultura, es un poco la historia de la Iglesia: muchas culturas pero el mismo Evangelio. Tantos pueblos, el mismo Jesucristo. Tantas buenas voluntades, el mismo Espíritu. Y a esto estamos llamados: a salir con la fuerza del Espíritu, llevando el Evangelio en nuestros corazones y manos. El Evangelio de Jesucristo no es mío: es de Jesucristo. Se adapta a las diferentes culturas, pero es el mismo. La fe crece, la fe se inculturiza, pero la fe es siempre la misma”.
Centrándose en el tema del encuentro (el envío en misión de familias del Camino Neocatecumenal), el Papa dijo también: “Este espíritu misionero, de dejarse enviar, es una inspiración para todos ustedes. Os doy las gracias por ello y os pido docilidad al Espíritu que os envía, docilidad y obediencia a Jesucristo en su Iglesia. Todo en la Iglesia, nada fuera de la Iglesia. Esta es la espiritualidad que debe acompañarnos siempre: predicar a Jesucristo con la fuerza del Espíritu en la Iglesia y con la Iglesia. Y el que es la cabeza -digamos- de las distintas Iglesias es el obispo: id siempre adelante con el obispo, siempre. Él es la cabeza de la Iglesia, en este país, en este estado….”.
El Papa concluyó su discurso con una exhortación: “Sigan con ello. ¡Ánimo! Gracias por su generosidad. No olvidéis la mirada de Jesús, que os ha enviado a cada uno de vosotros a predicar y obedecer a la Iglesia. ¡Muchas gracias!”.