Por: Stefano Gennarini
(ZENIT Noticias – Center for Family and Human Rights / Washington, 01.07.2022).- La Casa Blanca de Biden anunció una campaña global para erradicar todo tipo de terapia y consejo para ayudar a las personas que luchan contra la atracción al mismo sexo o disforia de género.
«Mi decreto usará toda la fuerza del gobierno federal para evitar prácticas inhumanas de terapia de conversión», dijo Biden al firmar llamando a todas las terapias o asesoramiento que no confirmen la homosexualidad y el transgenderismo «peligrosas y sin crédito».
El decreto lleva al Secretario de Estado a desarrollar un plan de acción para combatir las «terapias de conversión» y «promueve el final de su uso en todo el mundo» incluyendo el uso como palanca de la asistencia extranjera de los USA y promoviendo iniciativas contra «las terapias de conversión» en la O.N.U.
«Libramos una batalla por la auténtica alma de esta nación y esto no es una hipérbole», dijo Biden antes de firmar el decreto culpando a la «agenda MAGA» de su predecesor el Presidente Donald Trump de incitar a la violencia contra las personas que se identifican como homosexual o transexual.
Biden ha señalado las acciones de Florida contra Disneyland por promover la educación trans de niños como «perseguir a Mickey Mouse». Y dijo que las acciones del Gobernador de Texas Greg Abbot de imputar a padres que ayudan a sus hijos pequeños a cambiar de sexo como una forma de abuso infantil eran una forma de acoso.
«El orgullo vuelve a la Casa Blanca» dijo Biden al firmar el decreto. El decreto alinea al gobierno de los USA con varios funcionarios y cuerpos de la ONU que recientemente han hecho campaña contra la así llamada «terapia de conversión».
La alta comisionada para los derechos humanos, Michelle Bachelet de Chile, llamó a la terapia de conversión un «abuso de los derechos humanos».
Víctor Madrigal-Borloz de Costa Rica, el experto independiente de la ONU en Orientación sexual e identidad de género, emitió un informe pidiendo una prohibición global de todas las terapias y formas de asesoramiento que no animen a quien experimenta inclinaciones homosexuales a actuar según sus inclinaciones o que no reafirman a los individuos que experimentan confusión acerca de sus cuerpos y sexos.
El término «terapia de conversión» no se refiere a un método de terapia establecido o asesoramiento. Es una etiqueta derogatoria aplicada por políticos y activistas a cualquier forma de terapia verbal o asesoramiento para ayudar a personas a tratar su no deseada atracción al mismo sexo o disforia de sexo. Este tipo de terapia y asesoramiento son ofrecidos por psicólogos y terapeutas.
Psicólogos que llevan a cabo este tipo de terapia verbal dicen que los resultados están basados en la motivación del paciente y su voluntad de cambio de sus pensamientos y acciones. Dicen que el 30% de los altamente motivados abandonan la atracción por el mismo sexo, otro 30% continúa la lucha pero resisten a la actividad con los de su mismo sexo mientras que los restantes vuelven a sus prácticas previas.
Los críticos de este tipo de terapia verbal dicen que causa daño. Una revisión de 79 estudios encontró que ayudar a individuos a tratar o superar la atracción por el mismo sexo o la disforia de sexo no supone ningún riesgo mayor que otros tipos de asesoramiento.
El decreto también dirige a las agencia federales a luchar contra la terapia de conversión domésticamente y a desarrollar estrategias para erradicarla, junto con otras políticas para promover la homosexualidad y el transgenderismo en el sistema judicial, escuelas, sanidad así como en la policía y las agencias gubernamentales.
Por ejemplo, el lenguaje del decreto dirige al Departamento de Salud y servicios humanitarios a desarrollar políticas que aseguren que parejas homosexuales e individuos trans sean capaces de adoptar niños u obtenerlos mediante subrogación y otras tecnologías reproductivas en igualdad de condiciones con hombres y mujeres casados.