Por: Stefano Gennarini
(ZENIT Noticias – Center for Family and Human Rights / Nueva York, 13.10.2022).- Durante los debates de la ONU en la segunda semana de octubre, la delegación de la Santa Sede, que representa al Papa Francisco en las Naciones Unidas, denunció el aborto, la pornografía y la maternidad subrogada, como «prácticas que reducen la persona humana a un objeto».
«Es un error pensar que una sociedad en la que prolifera un consumo anormal de sexo por Internet entre los adultos pueda ser capaz de proteger eficazmente a los menores», dijo monseñor Robert Murphy ante el tercer comité de la ONU, al tiempo que citaba los comentarios del Papa Francisco contra la pornografía infantil. El comité, que se ocupa de cuestiones sociales, se reunió a principios de esta semana para debatir los derechos de los niños.
Monseñor Murphy tampoco se anduvo con rodeos a la hora de describir la maternidad subrogada, diciendo que «convierte a un niño en el mero objeto de un deseo absoluto que hay que satisfacer y que no puede justificarse con motivaciones simpáticas».
Dijo que la mercantilización de los niños también se da en relación con el aborto porque «trata a los niños como algo desechable». Como ejemplos, señaló el rechazo de las niñas y los niños con discapacidades a través del aborto selectivo por sexo y el aborto basado en la discapacidad.
Monseñor Murphy destacó la importancia de la familia como «fundamento del bienestar de los niños», de acuerdo con el derecho internacional. Hizo hincapié en el papel de los padres como «principales educadores de sus hijos», subrayando que al referirse a los padres se refiere tanto a la «madre como al padre». Y lamentó cómo «los niños sin cuidado parental son más propensos a experimentar la exclusión, la violencia, el abuso, el abandono y la explotación».
«Los esfuerzos para promover y proteger los derechos y el bienestar de los niños deben, por tanto, ir de la mano de medidas para apoyar y fortalecer a la familia», concluyó.
Las observaciones de Murphy contrastaron con las de los poderosos países occidentales, que no mencionaron en absoluto a las madres, los padres y la familia en sus declaraciones sobre los derechos de los niños.
La delegación de Estados Unidos eligió el debate sobre los derechos del niño para promover la homosexualidad y la transexualidad.
«En todo el mundo, los niños LGBTQI+ están sufriendo, y a menudo en silencio. Los niños LGBTQI+ corren un mayor riesgo de quedarse sin hogar, de suicidio, de depresión, de ansiedad, de abuso y de consumo de sustancias. Debemos trabajar juntos para garantizar que los niños LGBTQI+ de todo el mundo sean tratados con el respeto y la dignidad que merecen», dijo Dylan Lang, asesor de Estados Unidos para la Tercera Comisión.
La Unión Europea hizo hincapié en el derecho de los niños a «ser escuchados» y a tomar sus propias decisiones.
Varios países sacaron a relucir las políticas familiares en el contexto de la protección de la infancia, pero ninguno más que Hungría: «La protección de la infancia es una gran prioridad para Hungría, consagrada en nuestra Ley Fundamental», dijo la delegación húngara. «Con este espíritu, no escatimamos esfuerzos para apoyar el desarrollo físico, mental y social de los niños y ha estado proporcionando un apoyo integral directamente a los niños que lo necesitan, como la alimentación escolar gratuita, así como un entorno familiar propicio a través de la licencia parental remunerada, la exención de impuestos para las familias con cuatro o más hijos, la protección social, así como el apoyo a la crianza de los hijos a las familias en situaciones vulnerables».
Las resoluciones de la Tercera Comisión se remitirán finalmente al pleno de la Asamblea General en diciembre.
Un observador declaró al Friday Fax: «Es muy útil que la Santa Sede hable con tanta fuerza. Ayuda a todas las delegaciones que quieren hablar también».
Traducción del original en inglés realizado por el director editorial de ZENIT.