(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 25.10.2022).- Por la tarde del lunes 24 de octubre, el presidente francés Emmanuel Macron realizó una visita privada a la Basílica de San Juan de Letrán y al Palacio de Letrán. Le acompañaba el cardenal vicario Angelo De Donatis. El presidente francés se reunió también con el Capítulo de Letrán, del que es miembro de honor.
El presidente Macron llegó al Palacio de Letrán a las 15.45 horas y visitó la Sala dei Pontefici –más conocida como Sala de la Conciliación– acompañado por el cardenal vicario de Roma, Angelo De Donatis, el obispo Guerino Di Tora, monseñor Patrik Valdrini, canónigo francés de Letrán, y monseñor Pierangelo Pedretti, prelado secretario general del Vicariato de Roma. Allí saludó a una delegación francesa, con la que conversó unos minutos, antes de bajar a la Basílica de San Juan de Letrán. A continuación, se dirigió al coro capitular, a la izquierda de la cátedra, para reunirse con los canónigos de Letrán. Macron tomó posesión del título de Protocanonista de Honor del Capítulo de Letrán el 26 de junio de 2018.
«¡Gracias por estar aquí con nosotros esta noche! Como te dije en 2018, esta es tu casa, y puedes venir aquí siempre que quieras encontrar descanso para tu alma. Los canónigos es tu familia». Esta fue la calurosa bienvenida que le dirigió el cardenal De Donatis.
El presidente Macron respondió recordando «el vínculo histórico y espiritual» que une a los presidentes franceses con Letrán: «Nos unen hilos invisibles», subrayó, «no os olvido a vosotros, los canónigos, y os llevo siempre en mi corazón». Les renuevo mis sentimientos de lealtad y amistad. El tiempo en el que vivimos no es sencillo… Les pido que recen por nosotros, los líderes mundiales, que intercedan y recen por nosotros, porque esto es algo que está muy cerca de mi corazón».
A continuación, el presidente Macron hizo un breve recorrido por la catedral, deteniéndose a saludar a algunos turistas franceses, parándose ante la catedral y, en particular, ante la estatua de Enrique IV, en el pórtico del crucero frente al obelisco.
En 1594, Enrique de Navarra subió al trono francés. Primero calvinista, se convirtió al catolicismo, pero intentó conceder a los protestantes la libertad religiosa gracias al Edicto de Nantes de 1598. Enrique IV donó la abadía de san Pedro de Clairac, en el sur de Francia (diócesis de Agen), a la Basílica de San Juan de Letrán. Por su parte, el cabildo, para agradecer al soberano, mandó esculpir una estatua de bronce suya, obra del artista lorenés trasplantado a Roma, Nicolas Cordier, que se encuentra en San Juan. No sólo eso: el cabildo concedió a Enrique IV el título de protocanónigo de honor y todavía hoy, cada año, el 13 de diciembre, fecha del nacimiento de Enrique IV, se celebra en la catedral la «Missa pro natione gallica».
