(ZENIT Noticias / Roma, 05.02.2023).- La única de las siete preguntas que los periodistas formularon concretamente al Papa en el vuelo de regreso de África a Roma tuvo que ver con la unidad en la Iglesia católica. «¿Siente que tras la muerte de Benedicto XVI le ha sido más difícil en su trabajo y en su misión, porque han aumentado las tensiones entre las diferentes alas de la Iglesia Católica?», le preguntó Alexander Hecht, de ORF TV.
Y a ello contestó Francisco: «Sobre este punto, me gustaría decir que he podido hablar de todo con el Papa Benedicto. (Incluso para, ndr) cambiar opinión. Siempre estaba a mi lado, apoyándome, y si tenía alguna dificultad, me lo decía y hablábamos. No hubo problemas».
Papa Francisco refiere que en una ocasión trató el tema de los así llamados «matrimonios homosexuales»: «Una vez hablé sobre el matrimonio de personas homosexuales, sobre el hecho de que el Matrimonio es un sacramento y que no podemos hacer un sacramento, pero que hay una posibilidad de asegurar la propiedad a través del derecho civil, que empezó en Francia… cualquier persona puede hacer una unión civil, no necesariamente una pareja. Ancianas jubiladas, por ejemplo… porque se pueden ganar muchas cosas». Y comentó que «Una persona que se cree un gran teólogo, a través de un amigo del Papa Benedicto, acudió a él y presentó la denuncia contra mí. Benedicto no se asustó, llamó a cuatro cardenales teólogos de primera fila y les dijo: explíquenme esto y ellos lo explicaron. Y así terminó la historia».
Francisco añade que «Es anecdótico ver cómo se movía Benedicto cuando había una denuncia. Algunas de las historias que se cuentan, de que Benedicto estaba amargado por lo que hizo el nuevo Papa, son historias de “teléfono inalámbrico” (el Papa utiliza la expresión “cuentos chinos” para referirse a esto, ndr)», y puntualiza que «De hecho, Benedicto le consultó para tomar algunas decisiones. Y estuvo de acuerdo. Estaba de acuerdo».
Respondiendo concretamente a la pregunta del periodista, Papa Francisco dijo: «Creo que la muerte de Benedicto ha sido instrumentalizada por personas que quieren llevar agua a su propio molino. Y los que instrumentalizan a una persona tan buena, tan piadosa, casi diría un santo padre de la Iglesia, diría que son gente sin ética, son gente de partido no de la Iglesia… se ve por todas partes, la tendencia a convertir las posiciones teológicas en partidos. Estas cosas caerán solas, o si no caen seguirán adelante como ha ocurrido tantas veces en la historia de la Iglesia. Quería decir claramente quién era el Papa Benedicto, no era una persona amargada».
Ya en una pasada entrevista de inicios de enero a AP, Papa Francisco refirió sobre Benedicto XVI que «algunos quisieron usarlo y él se defendió todo lo que pudo de eso. Y yo no tengo palabras para calificar la bonhomía de él, ¿no? Es un señor, un señorío de esos a la antigua usanza”. Y refiriéndose a la muerte del Papa emérito puntualizó su experiencia personal: “perdí a un papá y para mí era una seguridad frente a una duda, pedir el auto e ir hasta el monasterio y preguntar. Yo perdí a un buen compañero».
