(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 26.02.2023).- El último fin de semana de febrero de 2023 el Papa Francisco aceptó ver dos películas. Una fue un documental y otra la vida de una santa, la patrona de los migrantes.
Como reporta el boletín de la Sala de Prensa de la Santa Sede, el Pontífice recibió en audiencia a una delegación de la producción del film Madre Cabrini. Se trató de una delegación liderada por el empresario y productor estadounidense Eustace Wolfington y del director Alejandro Monteverde. Por cuanto se sabe, el Papa vio parte de la cinta. Dos proyecciones privadas se tuvieron también en otras dos distintos lugares de Roma: el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, proyección a la que acudió el director general de los legionarios de Cristo, P. John Connor, LC; y la Pontificia Universidad Lateranense, donde estuvo presente el pro prefecto del Dicasterio para la Evangelización, Mons. Rino Fisichella. En ambos sitios las impresiones sobre la calidad fotográfica y narrativa de la historia de la patrona de los migrantes fue muy buena. La cinta aún no tiene fecha de estreno (ZENIT publicó un artículo sobre esta cinta hace algunos meses, puede verse aquí).
La otra cinta fue Freedom on Fire: Ukraine’s Fight for Freedom, un documental del director Evgeny Afineevsky. El documental gira en torno a la invasión rusa de Ucrania. El filme fue proyectado la tarde del viernes 25 de febrero en el Aula nueva del Sínodo, con la presencia del Paap y 250 invitados, en su mayoría ucranianos. Al concluir la proyección del fin el Papa tomó la palabra y dijo:
Cuando Dios hizo al hombre, dijo que tomara la tierra, la hiciera crecer, la hiciera bella. El espíritu de la guerra es lo contrario: destruir, destruir, no dejarla crecer, destruir a todos, hombres mujeres, niños, ancianos, a todos. Hoy se cumple un año de esta guerra. Miremos a Ucrania, recemos por Ucrania y abramos nuestros corazones al dolor. No nos avergoncemos de sufrir y llorar, porque una guerra es destrucción, una guerra siempre nos disminuye. Que Dios nos haga comprender esto.
Como se puede ver en Facebook, Natalya Yemchenko, una mujer ucraniana, regaló al Papa un anillo de acero «Azovsta». El Papa quiso usar ese anillo y sumarse a la oración por la liberación de prisioneros de guerra capturados en la ciudad ucraniana de Mariupol.