(ZENIT Noticias / Budapest, 29.04.2023).- A las 8.30 de esta mañana, después de celebrar la Santa Misa en privado, el Papa Francisco salió de la Nunciatura Apostólica en Budapest y se dirigió al Instituto Beato László Batthyány-Strattmann.
A su llegada, a las 8.36 horas, el Papa fue recibido en la entrada principal por el Director György Inotay, quien mostró al Santo Padre algunas aulas de la institución mientras caminaban juntos hacia el refectorio.
A continuación, el Director dirigió un breve saludo de bienvenida al Santo Padre, al que siguió el canto del Ave María, la interpretación de una pieza con flauta de niña, el canto del Himno a la Caridad y el canto de acción de gracias.
Tras el intercambio de regalos, el rezo del Padre Nuestro y la bendición final, antes de abandonar el edificio, el director acompañó al Papa a la Sala de Trabajo de la planta baja, donde se reunió y saludó brevemente a los empleados del instituto.
Al final de la visita, el Santo Padre se trasladó en coche a la iglesia de Santa Isabel de Hungría para el encuentro con los pobres y los refugiados.
Por el camino, al salir del Instituto, el Papa se detuvo a saludar a un grupo de unos 100 niños y jóvenes de una parroquia cercana dedicada a San Laszlo, que le esperaban con oraciones y cantos por el camino. Junto a ellos se encontraban algunos residentes locales.
Ahí el Papa se dirigió espontáneamente a los presentes con estas palabras:
«Muchas gracias a todos por vuestra acogida y ternura. Gracias por vuestros cantos, por vuestros gestos, por vuestra mirada. Gracias, señor director, porque ha querido comenzar este acto con la oración de san Francisco, que es un programa de vida. Porque siempre el Santo pide la gracia de que donde no hay algo puedo hacer algo, cuando falta algo puedo hacer algo. En un caminar desde la realidad tal como es, llevarla adelante, hacer caminar la realidad. Y esto es puro Evangelio. Jesús vino a tomar la realidad tal como era y llevarla adelante. Hubiera sido más fácil tomar ideas, ideologías, y llevarlas adelante sin tener en cuenta la realidad. Este es el camino evangélico, este es el camino de Jesús. Y esto es lo que usted, señor Director, ha querido expresar con la oración de San Francisco. Gracias. Y gracias a todos».
Encuentro con los pobres en la Iglesia de Santa Isabel de Hungría y visita a la comunidad greco-católica
Más tarde, a las 9.19 de la mañana, saliendo del Instituto Beato László Batthyány-Strattmann, el Papa se dirigió a la Iglesia de Santa Isabel de Hungría, donde tuvo lugar el encuentro con los pobres y los refugiados.
A su llegada, el Papa fue recibido a la entrada de la iglesia por el presidente de Cáritas Hungría y el Párroco, que le llevaron la cruz y el agua bendita para la aspersión. A continuación, recorrieron juntos la nave hasta el altar, mientras el coro entonaba una canción.
Tras las palabras de bienvenida del presidente de Cáritas Hungría, Mons. Antal Spányi, Obispo de Székesfehérvár, una familia greco-católica, una familia de refugiados de Ucrania y un diácono y su esposa presentaron sus testimonios. A continuación, el Papa Francisco pronunció su discurso.
Según las autoridades locales, unas 600 personas asistieron a la reunión, dentro de la iglesia, y unas 1.000 en el patio.
Al final, tras el rezo del Padre Nuestro, la bendición y el canto final de un grupo gitano, el Santo Padre abandonó la iglesia de Santa Isabel de Hungría y se dirigió a la iglesia greco-católica de Budapest Protección de la Madre de Dios para visitar a la comunidad greco-católica.
Encuentro con los jóvenes
Por la tarde, tras abandonar la Nunciatura Apostólica en Budapest, el Santo Padre Francisco se trasladó en coche al Papp László Budapest Sportaréna para el encuentro con los jóvenes.
A su llegada, tras cambiar de coche y después de dar algunas vueltas alrededor de los aproximadamente 12.000 jóvenes presentes, el Papa fue recibido por el Obispo encargado de la Pastoral Juvenil, Mons. Ferenc Palánki, Obispo de Debrecen-Nyíregyháza, mientras se entonaba una canción.
A continuación, tras la alocución de saludo del Obispo, la representación de una danza tradicional y los testimonios de cuatro jóvenes, el Papa Francisco pronunció su discurso.
Al final del encuentro, tras el rezo del Padre Nuestro, la bendición y el canto final, el Santo Padre regresó en coche a la Nunciatura Apostólica en Budapest, donde recibió al alcalde de Budapest, D. Gergely Szilveszter Karáksony, con su esposa e hijos. El encuentro, que se desarrolló en un ambiente familiar, duró unos 15 minutos.
Posteriormente, en la Sala de la Representación Pontificia, el Papa se reunió en privado con los miembros de la Compañía de Jesús presentes en Hungría.
Traducción del original en lengua italiana realizada por el director editorial de ZENIT.