(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 01.11.2023).- Con la Carta Apostólica Ad theologiam promovendam, el Papa Francisco ha promulgado este 1 de noviembre los nuevos Estatutos de la Pontificia Academia de Teología (PATH). En ellos se perfilan su identidad y su misión, que se caracterizan ante todo por su empeño en favorecer la profundización científica de la teología, promoviendo el diálogo entre razón y fe, como ya indicaba la Carta Apostólica Inter munera Academiarum, de san Juan Pablo II, de 28 de enero de 1999, que se inspiró decisivamente en la Encíclica Fides et Ratio.
A la luz de la Encíclica Lumen fidei, escrita a dos manos por Papa Benedicto XVI y Francisco, de la Exhortación Apostólica Evangelii gaudium y de la Constitución Apostólica Veritatis gaudium, del Papa Francisco, los nuevos Estatutos afirman que el PATH «promueve el diálogo transdisciplinar con las filosofías, las ciencias, las artes y todas las demás formas de conocimiento. Se pone al servicio de las instituciones académicas dedicadas a la teología y de otros centros culturales y de elaboración del saber interesados en llegar a la persona humana en su contexto de vida y de pensamiento» (Art. 1, § 3).
En la realización de su tarea, la PATH implica principalmente a los Miembros Ordinarios y Correspondientes, que son estudiosos de disciplinas teológico-filosóficas o afines de todo el mundo. Los nuevos Estatutos prevén también una nueva forma de colaboración, que es la de los Interlocutores Referentes, estudiosos, también de otras confesiones o religiones cristianas, que están llamados a identificar y abrir ámbitos y espacios de interlocución, que favorezcan el diálogo inter y transdisciplinar.
Para «servir al renovado impulso de la evangelización (cf. Const. Ap. Praedicate Evangelium, preámbulo)» (Art. 1, § 4), la Academia, como ya ha hecho en los últimos años, además de editar la Revista PATH y promover conferencias y encuentros, «trabajará en red» con Universidades y Centros de producción de cultura y pensamiento. Además, mediante encuentros y «cenáculos teológicos», que se celebrarán en los lugares existenciales de las profesiones, de la cultura y de la vida de las comunidades eclesiales, promoverá una «difusión sapiencial», un compartir culturalmente cualificado del «saber de la fe» y de su inteligencia, no sólo racionalmente digno, sino también capaz de hacer que el Evangelio se convierta en lámpara que ilumine el camino de los creyentes y, posiblemente, también de los que no creen en Dios. En este sentido, y en sintonía con el magisterio del Papa Francisco, el PATH quiere ejercer también un compromiso de «caridad intelectual», que le haga estar atento a las preguntas y necesidades de quienes se encuentran en las fronteras del malestar y las periferias existenciales.
«El Papa Francisco -afirma el presidente del PATH, monseñor Antonio Staglianò- confía a nuestra Pontificia Academia una nueva misión: la de promover, en todos los ámbitos del saber, la confrontación y el diálogo para alcanzar e implicar a todo el pueblo de Dios en la investigación teológica, para que la vida del pueblo se convierta en vida teológica».