(ZENIT Noticias / Roma, 26.11.2023).- Eran 12 mil las personas que se encontraban en la Plaza de San Pedro al medio día del domingo 26 de noviembre. Todos esperaban ver asomarse al Papa por la pequeña ventana del apartamento pontificio que da a la Plaza, como sucede todos los domingos que el Pontífice se encuentra en Roma. Es la tradición del Ángelus dominical que suele estar precedido por una breve reflexión del Evangelio y algunos saludos después de la oración mariana. Dieron las 12 del día y el lugar por donde apareció Francisco no fue la ventana sino las pantallas gigantes del lugar donde estaban todas esas personas.
“Hoy no puedo asomarme a la ventana porque tengo este problema de inflamación en los pulmones”, inició diciendo el Papa. Y agregó: “será Mons. Braida quien leerá la reflexión; el las conoce muy bien porque es el que las hace ¡y siempre las hace tan bien! Muchas gracias por vuestra presencia”.
Se confirmaba así que el Papa no está bien de salud. Un día antes, el sábado 25 de noviembre, la Sala de Prensa de la Santa Sede comunicó la cancelación de toda la agenda del Papa (que incluía una audiencia al presidente de Guinea Bissau). Por la tarde de ese mismo sábado enviarían una breve nota a medios que decía: “A primera hora de la tarde, el Papa Francisco se sometió a un TAC en el hospital Gemelli Isola de Roma para descartar el riesgo de complicaciones pulmonares. El examen dio negativo y el Papa regresó a la Casa Santa Marta”. Este domingo quedaba constatada una contradicción: el de la Sala de Prensa y el que daba sobre sí mismo el propio Francisco.
En la proyección del Angelus de este domingo, que se realizaba desde la capilla de Casa Santa Marta, se pudo ver al Papa con un apósito adhesivo en la mano derecha. El estado de salud del Papa resulta relevante considerando que en su agenda a corto plazo tiene previsto viajar a Dubai el viernes 1 de diciembre.