(ZENIT Noticias / Roma, 11.12.2023).- La UNESCO, entidad asesora de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, dio el visto bueno al anteproyecto que busca convertirse en un proyecto de construcción para el nuevo cuartel de la Guardia Suiza en el Vaticano.
La UNESCO confió el análisis del proyecto a representantes del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) y del Centro Internacional para el Estudio de la Preservación y Restauración de Bienes Culturales (Iccrom), trabajo que habría sido realizado en junio de 2023. El informe final con el que se aprueba el anteproyecto de los arquitectos suizos Pia Durisch y Aldo Nolli, pide que «la demolición de los cimientos y la reconstrucción, para gestionar los posibles descubrimientos accidentales y evitar la destrucción de las capas» y se usen “materiales tradicionales para armonizar con el medio ambiente, de modo que refleje el diseño actual de estos nuevos edificios”.
En una declaración conjunta el jueves 7 de diciembre, Doris Leuthard, presidenta del comité de mecenazgo, y Jean-Pierre Roth, presidente del consejo de la fundación encargada de la construcción, destacaron la importancia del informe pericial de la UNESCO como un paso crucial hacia la materialización del proyecto.
Leuthard expresó su satisfacción con el informe altamente favorable que clarificó aspectos clave del anteproyecto. Con esta aprobación, la planificación detallada del proyecto tiene previsto iniciar en 2024, y se anticipa que las obras de construcción arrancarán a principios de 2026. El actual cuartel resulta insuficiente para el pequeño ejército del Papa de 135 soldados. Se destaca la insuficiencia por hechos como el deterioro de los actuales cuarteles, caracterizados por importantes diferencias de nivel, conexiones impracticables y habitaciones estrechas sin baños individuales.
El nuevo proyecto tiene contemplado el derribo completo de los actuales dos edificios que datan de
de León XII (1823-1829) y Pío XI (1922-1939). Esos edificios a su vez fueron construidos gracias a la demolición de edificios preexistentes.
Hasta la fecha, se han recaudado 48,5 millones de francos suizos para el proyecto, de los 50 millones planificados. Aunque se requieren menos de 1,5 millones de francos para alcanzar la meta, Leuthard enfatizó el entusiasmo palpable reflejado en las generosas donaciones recibidas.
Debido a que el Vaticano forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO, cada proyecto inmobiliario significativo en suelo vaticano debe ser evaluado por expertos para preservar esta distinción.
Los expertos designados por la UNESCO resaltaron en su informe que el actual edificio del cuartel presenta características obsoletas, como grandes diferencias de altura, conexiones poco prácticas y habitaciones estrechas sin instalaciones sanitarias individuales.
A pesar de la valoración general positiva del proyecto, se han solicitado algunas aclaraciones. Específicamente, se ha recomendado la restauración y conservación de la fachada del cuartel existente.
La reconfiguración del cuartel, que incluirá su separación del Passetto di Borgo medieval para resaltarlo, resultará en una reducción del volumen del edificio. Por esta razón, se asignarán habitaciones dobles para los reclutas y habitaciones individuales exclusivamente para los alabarderos. También se procederá a la reubicación de una fuente conmemorativa en el patio de honor, que ha bloqueado una antigua ruta de peregrinación desde 1927.