(ZENIT Noticias / Dakota del Norte, USA, 26.02.2024).- El pasado 6 de enero de 2024 dio canónicamente inicio la congregación de las Siervas de los Niños de la Luz, que busca promover el método Montessori de educación. La iniciadora del método, María Montessori, tenía este sueño y nunca lo vio realizado en vida.
La fundación sucedió con la profesión perpetua de la hermana Chiara Thérèse y el inicio de la vida como novicia de Lucia Rose. Así se ha dado inicio a una nueva congregación en la iglesia católica, fundación que busca extender la educación católica Montessori.
Han pasado ya 74 años desde la muerte de Montessori, pero estas religiosas buscan continuar su legado. La comunidad se ha establecido en Bismarck, Dakota del Norte, desde donde quieren impulsar este proyecto.
Cuando se le preguntó a la hermaa Chiara por qué comenzaron todo esto, ella mencionó que el Espíritu Santo es quien las movió a comenzarlo porque cuando hay una necesidad en la Iglesia, Él inspira un carisma que atienda esa necesidad.
Ya existía una asociación pública de fieles cristianos instituida desde el 2020, pero ahora ha tomado un nuevo impulso con la fundación de esta nueva congregación.
La hermana explica que su principal deber como religiosa, que significa ser esposa de Cristo, es estar con Él a través de la oración diaria, y en cuanto a su labor apostólica, asiste y enseña en la escuela Montessori Católica Cristo Rey, en Mandan, Dakota del Norte.
Una característica de la vivencia religiosa de esta congregación es que además de profesar los votos de pobreza, castidad y obediencia, emiten un cuarto voto de honrar a Cristo en el niño, por lo que denota la importancia que esta congregación busca darle a los niños, como Jesús mismo lo hizo dejad que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque de los que son como ellos es el Reino de los Cielos” (Mt. 19,14).
Además, la religiosa señaló que el método ha sido creado desde el inicio por la doctora Montessori como un método católico y que separarlo de esas raíces hace que este no llegue a su plenitud, como estaba pensado desde el inicio por ella, ya que la educación Montessori católica ofrece un método de formación que es integral y armonioso.
En palabras de la iniciadora: “la guía Montessori debe ser a la vez santa y científica. Ella debe observar al niño con un corazón lleno de asombro y maravilla, guiar al niño a los materiales adecuados en el entorno preparado que le ayudará en su desarrollo y luego purificar su alma de todo lo que no es de Dios.”
Finalmente, la hermana describe su rol de educadora como un “instrumento en las manos de la Divina Providencia, asistiendo al Creador en esta tarea cada vez más urgente de honrarlo en el niño”.
Gracias por leer nuestros contenidos. Si deseas recibir el mail diario con las noticias de ZENIT puedes suscribirte gratuitamente a través deeste enlace.