(ZENIT Noticias / Roma, 25.04.2024).- El cardenal Walter Kasper, ex prefecto del ahora dicasterio para la Unidad de los Cristianos, se ha pronunciado a favor de reformar las tareas del Colegio Cardenalicio. Sugiere, tomando como referencia el cambio sinodal en la Iglesia y la descentralización, que los cardenales tengan un nuevo papel eclesial.
En una conferencia pronunciada el miércoles 18 de abril en la Archi-abadía de San Pedro, en Salzburgo, Kasper notó que sería bueno revivir la tradición de la Iglesia primitiva de los concilios provinciales y plenarios para respetar las diversas culturas en cada región y los cardenales podrían funcionar como Presidentes de Consejos Plenarios en la región.
El cardenal comentó en la conferencia que pronunció con el título «Los cardenales al servicio de la Iglesia y del papado»: “En los tiempos modernos, los cardenales se han convertido cada vez más en funcionarios de la curia, paralelamente a los príncipes-obispos que todavía existen”. Y comentó la oportunidad de “volver a los orígenes del Colegio Cardenalicio: la evangelización y la celebración eucarística en comunión con el Obispo de Roma”.
Según Kasper, la jurisdicción de los cardenales siempre ha cambiado, pero conectada en la liturgia con el Papa como signo de la unidad de la Iglesia. En otras épocas, han fungido de políticos, moviéndose en el juego de las familias romanas poderosas. A finales de la Edad Media, los cardenales fueron «cada vez más arrastrados a la decadencia y decadencia de Roma».
En el simposio «Los benedictinos como cardenales», mostró que la dirigencia de los cardenales en las regiones, por ejemplo, establecería un parecido con el sistema bicameral de un Sínodo de los Obispos y un Consejo de Cardenales.
Observó también que los cardenales son actualmente funcionarios de la Curia y su función de liderazgo eclesiástico estuvo relegada hasta que el Papa Juan XXIII y el Concilio Vaticano II la reimpulsaron.
Algunas de sus propuestas ya existen, pues es común que sean cardenales quienes dirigen las Conferencias Episcopales en los países y ocupar la dirección de dicasterios en Roma les confiere un papel decisivo en la vitalidad de la Iglesia. Quizás sus propuestas buscan darles más impuso evangelizador por encima del papel burocrático.
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