(ZENIT Noticias / Roma, 30.04.2024).- Los líderes de la Comunión Mundial Anglicana, una rama del cristianismo protestante, se encuentran realizando su reunión central en un escenario insólito: Roma. Es la primera vez que esta asamblea, que no está en comunión con la Iglesia católica ni comparte sus creencias, tiene lugar en la Ciudad Eterna. Este hecho marca un hito en la historia del diálogo interreligioso y ecuménico entre ambas denominaciones cristianas.
El encuentro, conocido como la reunión de Primados, se desarrolla del 29 de abril al 3 de mayo y tiene previsto un encuentro con el Papa Francisco. Esta cita histórica fue anunciada por la Iglesia Anglicana de Canterbury, destacando el interés de ambas comunidades cristianas por fortalecer los lazos y promover la comprensión mutua.
Entre los eventos programados se encuentra una conversación con el cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo Mundial Católico. El tema central de discusión es la sinodalidad, es decir, la participación y convivencia común dentro de la Iglesia, explorando su significado y posibilidades para toda la comunidad cristiana.
Los líderes anglicanos tienen la intención de abordar temas relacionados con la estructura y la toma de decisiones dentro de la Comunión Anglicana. Este diálogo busca fortalecer y mejorar el funcionamiento interno de la comunidad anglicana, así como explorar áreas de colaboración y entendimiento con la Iglesia católica.
Además de las reuniones formales, la reunión de Primados se concibió como una peregrinación espiritual, con momentos de oración compartida y estudio bíblico. El programa incluye visitas a lugares sagrados como la Basílica de San Pedro, la Basílica de San Pablo Extramuros y la Iglesia de Santa María en Trastevere. También está previsto un encuentro con representantes de la organización católica laica Sant’Egidio, enfatizando el compromiso ecuménico y el diálogo interreligioso.
Esta reunión en Roma sigue a un encuentro previo celebrado en enero de 2024, donde obispos anglicanos y católicos de todo el mundo debatieron y visitaron lugares de importancia histórica y espiritual para ambas tradiciones. El gesto simbólico realizado en la tumba del apóstol Pablo, donde se encargaron a obispos católicos y anglicanos para ser testigos de la unidad, destaca el compromiso de ambas comunidades con el ecumenismo y la búsqueda de la unidad cristiana.
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