(ZENIT Noticias / Los Ángeles, 17.08.2024).- En marzo de 2016, altos funcionarios de Planned Parenthood en California intercambiaron correos electrónicos anticipando con entusiasmo una reunión crucial con la entonces fiscal general del estado, Kamala Harris. Tal era la importancia de este encuentro que, según correos electrónicos revisados por The Daily Signal, los directivos de la organización se reunieron con el equipo de Harris para prepararse con antelación.
Poco después, el 5 de abril de 2016, las autoridades del Departamento de Justicia de California irrumpieron en la casa de David Daleiden, un joven periodista pro-vida de 20 y tantos años. Daleiden, líder del Centro para el Progreso Médico, había publicado una serie de videos que, según él, mostraban a funcionarios de Planned Parenthood describiendo de manera escalofriante cómo extraían partes de cuerpos de bebés abortados. Daleiden afirmaba que estos videos demostraban que Planned Parenthood estaba vendiendo estos restos con fines de lucro.
Para obtener este material, Daleiden había llevado a cabo una intrincada operación encubierta, haciéndose pasar por comprador de tejido fetal e infiltrándose en conferencias secretas sobre el aborto. Utilizando cámaras ocultas, logró capturar conversaciones que ningún otro periodista había logrado obtener, material que luego fue difundido ampliamente, sacudiendo la opinión pública.
Just as we have done before in CA, we must defend Planned Parenthood from outrageous attacks by GOP leadership. #StandWithPP
— Kamala Harris (@KamalaHarris) January 6, 2017
Sin embargo, Planned Parenthood negó rotundamente estas acusaciones, afirmando que los videos habían sido editados de manera engañosa y que solo se les reembolsaban los costos. A pesar de esto, en 2015 anunciaron que ya no aceptarían reembolsos, en medio de la presión pública. Paralelamente, demandaron a Daleiden, iniciando una batalla legal que ha durado casi una década, dirigida por la Oficina del Fiscal General de California, primero bajo Harris y luego bajo Xavier Becerra, ambos actualmente parte de la administración del presidente Joe Biden.
Planned Parenthood y la administración Biden-Harris han declinado comentar sobre el caso, mientras que el Departamento de Justicia de Biden ha procesado a varios individuos pro-vida bajo la Ley de Libertad de Acceso a las Entradas de las Clínicas (FACE), muchos de los cuales ahora enfrentan penas de cárcel.
Para Daleiden, no es coincidencia que esta intensificación en el uso del poder gubernamental en favor de la industria del aborto y contra manifestantes pacíficos pro-vida haya comenzado con la llegada de Kamala Harris a la Casa Blanca. Según él, la tendencia de Harris de utilizar su poder para proteger a sus patrocinadores en la industria del aborto y perseguir a quienes intentan exponer sus irregularidades comenzó en California con su caso y continúa hasta hoy.
El 5 de abril de 2016, Daleiden fue sorprendido por una redada en su casa, llevada a cabo por 11 agentes del Departamento de Justicia de California, armados y acompañados por unidades caninas. Durante la búsqueda, los agentes se enfocaron en confiscar sus equipos de grabación encubierta y medios digitales, ignorando deliberadamente la evidencia que había recopilado sobre empresas biotecnológicas que, según él, compraban partes de fetos abortados de Planned Parenthood.
El video de la redada, capturado por Daleiden, muestra a los agentes registrando su apartamento mientras él llama a su abogado, ilustrando lo que él considera un claro abuso de poder por parte de Harris.
NEW: I’ve reviewed emails showing that then California Attorney General Kamala Harris had a much anticipated meeting with top Planned Parenthood officials in March 2016.
Two weeks later, her state DOJ agents raided pro-life journalist David Daleiden’s home — looking for the… pic.twitter.com/IPG2qXE4N2
— Mary Margaret Olohan (@MaryMargOlohan) August 7, 2024
La conexión entre Harris y Planned Parenthood no se limita a esta redada. Correos electrónicos muestran que en marzo de 2016, Harris mantuvo una reunión con varios líderes de Planned Parenthood, y aunque no se conoce el contenido exacto de la reunión, Daleiden y su abogado, Steve Cooley, creen que se trató de coordinar acciones para silenciarlo y confiscar sus videos.
Daleiden también sostiene que la influencia de Planned Parenthood sobre Harris, evidenciada por las donaciones de la organización a su campaña y su posterior apoyo a Becerra, plantea serias preocupaciones sobre la imparcialidad de cualquier acción legal en su contra.
A medida que se desarrollaba el caso, Daleiden ha seguido defendiendo su trabajo como una forma de periodismo pro-vida, dedicado a exponer lo que considera una violación grotesca de los derechos humanos en la venta de tejido fetal. Con el tiempo, su historia se ha convertido en un ejemplo emblemático del conflicto entre la libertad de expresión y el poder institucional en la era moderna.
Para Daleiden, una presidencia de Kamala Harris sería una amenaza significativa para los derechos civiles en Estados Unidos, dado su historial de utilizar el poder de su oficina para suprimir la libertad de expresión y proteger a intereses poderosos como los de la industria del aborto.
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