(ZENIT Noticias / Tallin, 22.08.2024).- La Iglesia Ortodoxa de Estonia ha dado un paso histórico al separarse oficialmente del Patriarcado de Moscú, marcando un nuevo capítulo en su independencia religiosa y administrativa. En una asamblea celebrada en Tallin, se aprobaron estatutos que consolidan esta autonomía en aspectos clave como la administración, economía y educación. Además, la iglesia ha adoptado un nuevo nombre, eliminando cualquier referencia a Moscú y reafirmando su identidad como la «Iglesia Ortodoxa de Estonia».
Este movimiento surge en un contexto de creciente tensión entre Estonia y Rusia, exacerbado por el apoyo del Patriarcado de Moscú a la guerra de Rusia contra Ucrania. El gobierno estonio había presionado insistentemente por una desvinculación total de la Iglesia Ortodoxa Estonia de su contraparte rusa, en línea con su postura de rechazo al conflicto. Como resultado de estas tensiones, el metropolitano Eugeni (Reshetnikov), líder de la Iglesia ortodoxa estonia y ciudadano ruso, se vio obligado a abandonar el país en febrero, después de que las autoridades estonias se negaran a renovar su permiso de residencia. Desde el exilio, Eugeni dirigió la reunión a través de un enlace de vídeo.
Paralelamente, la Iglesia Ortodoxa de Estonia ha iniciado conversaciones con el gobierno estonio para explorar la posibilidad de una unificación con la Iglesia Ortodoxa Apostólica de Estonia, que está bajo la jurisdicción del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla. Aunque la Iglesia Ortodoxa de Estonia ha abordado este tema de manera indirecta, ha expresado su esperanza en que ambas comunidades ortodoxas en Estonia puedan superar las divisiones existentes y alcanzar una reconciliación basada en el respeto mutuo y los principios canónicos.
En este contexto, el obispo Daniel (Lepisk), recientemente consagrado como figura principal de la Iglesia Ortodoxa de Estonia, se ha reunido con representantes del Ministerio del Interior para discutir medidas que reduzcan la influencia del Patriarcado de Moscú sobre la iglesia local. Las negociaciones con la Iglesia Ortodoxa Apostólica de Estonia podrían comenzar en otoño, según indicó Daniel en la televisión estonia.
En un país donde la mayoría de la población no se adscribe a ninguna comunidad religiosa, esta reconfiguración de la Iglesia Ortodoxa podría tener un impacto significativo en el panorama espiritual de Estonia. Según el censo de 2021, solo el 16 por ciento de la población se identificaba con el cristianismo ortodoxo, mientras que la Iglesia Luterana, históricamente influyente en la región, contaba con el apoyo de un ocho por ciento de los ciudadanos.
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