(ZENIT Noticias / Roma, 21.11.2024).- Las bulliciosas calles de Roma fueron testigos de otro acto audaz de Stefano Ramunni, el famoso estafador italiano apodado el “rey del fraude”. Esta vez, sus payasadas implicaron hacerse pasar por un alto funcionario del Vaticano en un elaborado plan que combinaba teatralidad, engaño y, en última instancia, fracaso.
Un obispo fraudulento en la oficina de correos
Disfrazado de obispo y armado con documentos falsos, Ramunni atacó una oficina de correos cercana al Vaticano en un intento de obtener un préstamo personal. Afirmando ser Giuseppe Laterza, un verdadero diplomático del Vaticano que se desempeñaba como Nuncio Apostólico en la República Centroafricana, intentó explotar los servicios de préstamos pequeños del sistema postal italiano.
Acompañado por Francesco Albanese, otro criminal de carrera conocido por hacerse pasar por agentes de la ley, el plan de Ramunni se desmoronó cuando el empleado de correos lo reconoció, no como un clérigo, sino de un programa de televisión de investigación, Le Iene, donde se había revelado su largo historial de estafas.
El empleado retrasó astutamente la transacción, pidiéndole a Ramunni que regresara al día siguiente. Para entonces, la policía estaba lista y esperando. A su llegada, las autoridades lo detuvieron, descubriendo identificaciones falsas, documentos falsificados y equipo para crear credenciales falsificadas.
Un legado de engaños
El arresto de Ramunni agrega otro capítulo a su extenso historial criminal. A lo largo de los años, ha orquestado estafas que van desde recaudaciones fraudulentas de fondos hasta hacerse pasar por sacerdotes. Una estratagema particularmente cruel consistió en convencer a una familia para que entregara los documentos de identidad de su hijo gravemente enfermo con el pretexto de obtener ayuda. En cambio, Ramunni utilizó los documentos para abrir una cuenta de tarjeta de crédito, que rápidamente agotó.
Su talento para el teatro llegó incluso a fingir su propia muerte (dos veces) para evadir el arresto. A pesar de su habilidad para evitar la justicia, las hazañas de Ramunni lo han llevado con frecuencia a prisión preventiva. Tras su último arresto, ha sido puesto bajo arresto domiciliario, monitoreado electrónicamente para garantizar que no desaparezca una vez más.
Un punto de acceso para impostores religiosos
Roma, con su proximidad al Vaticano, no es ajena a los impostores con vestimenta clerical. El atractivo de la Santa Sede y el desafío de eludir sus formidables medidas de seguridad han atraído a estafadores y a buscadores de emociones por igual.
En 2013, el impostor alemán Ralph Napierski ganó una breve infamia cuando se infiltró en una reunión de cardenales disfrazado de obispo. En 2022, un diplomático boliviano que trabajaba cerca del Vaticano fue desenmascarado como un falso sacerdote con un rastro de acusaciones de su país natal.
Las autoridades han expresado su preocupación por la posibilidad de que se produzcan incidentes similares mientras Roma se prepara para el próximo Jubileo, que se espera que atraiga a 35 millones de peregrinos. Se están aplicando medidas de seguridad mejoradas, incluida la colaboración entre las fuerzas italianas y del Vaticano, para disuadir el fraude y proteger a los visitantes.
Otras infames travesuras de Ramunni
La afición de Ramunni por el disfraz no se limita a las vestiduras de los obispos. En otro caso, él y un cómplice fueron atrapados en Treviso haciéndose pasar por funcionarios del Vaticano. Su plan, destinado a eludir una parada de tráfico rutinaria, se frustró cuando la policía descubrió placas falsificadas, tarjetas de crédito falsificadas y equipo para crear documentos falsos.
Las autoridades descubrieron más tarde que el vehículo del dúo, un modesto Peugeot, estaba equipado con luces policiales falsas, lo que se sumaba a su elaborada fachada. Los arrestos pusieron de relieve no solo la creatividad de sus planes, sino también los peligros de sus actividades fraudulentas.
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