(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 01.12.2024).- El Vaticano ha presentado el nuevo vidrio protector mejorado que rodea la “Piedad” de Miguel Ángel en la Basílica de San Pedro, un proyecto que fusiona tecnología de vanguardia con reverencia artística. Completado como parte de los preparativos para el Año Jubilar 2025, el recinto de vidrio actualizado redefine la forma en que los visitantes pueden experimentar una de las esculturas más emblemáticas del mundo.
Una revolución en transparencia y protección
El nuevo sistema de vidrio, que reemplaza a su predecesor de 1973, es una maravilla de la ingeniería y el diseño. Compuesto por nueve paneles avanzados antirrotura y resistentes a las balas, no solo garantiza una mayor seguridad, sino que también brinda una claridad visual incomparable. El reemplazo se volvió esencial debido a la pérdida gradual de transparencia e integridad estructural del vidrio anterior a lo largo de cinco décadas.
Alberto Capitanucci, responsable del equipo técnico de la “Fabbrica di San Pietro”, explicó que el sistema actualizado fue meticulosamente diseñado para combinar una visibilidad mejorada con un rendimiento mecánico robusto. Cada panel, que ahora tiene un grosor de 24,5 milímetros en comparación con los 19 milímetros anteriores, puede soportar hasta 26 golpes de martillo, lo que garantiza una protección óptima contra posibles amenazas.
Además, el rediseño ha ampliado la superficie visible, aumentando la altura y el ancho de los paneles de vidrio. Los visitantes ahora pueden disfrutar de una «vista libre» de la escultura con una mejora del 100% en la apertura en comparación con la configuración anterior.
Una mezcla de tradición y modernidad
El proyecto, financiado por una coalición de empresas italianas y benefactores, refleja un equilibrio armonioso entre innovación y preservación histórica. El cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de la Basílica de San Pedro, destacó el significado espiritual de la obra, enfatizando el papel de la escultura en la inspiración de la paz y la reconciliación.
“En el turbulento mundo actual, esta obra maestra ofrece un profundo mensaje de esperanza”, comentó Gambetti. “La Virgen María presentando a su hijo a la humanidad simboliza el camino hacia la unidad y la armonía”.
Iluminando la obra maestra de Miguel Ángel
La revitalización se extiende más allá del vidrio. La capilla ahora cuenta con un sistema de iluminación de última generación, donado por la empresa italiana iGuzzini. Diseñada para minimizar el deslumbramiento y realzar los detalles de la escultura, la nueva iluminación acentúa la profundidad emocional de la “Piedad” de Miguel Ángel. Esta representación en mármol de la Virgen María acunando el cuerpo sin vida de Cristo, esculpida entre 1498 y 1499, es la única obra firmada por el artista y sigue siendo una piedra angular del arte renacentista.
Preservación en medio de la restauración
Los esfuerzos de restauración no se limitaron a la “Piedad”. Los andamios erigidos para la instalación de vidrio también permitieron a los conservadores reparar los frescos del siglo XVII de Giovanni Lanfranco que adornan el techo de la capilla. Estos raros frescos del Vaticano, que representan escenas de la Pasión de Cristo y la Exaltación de la Cruz, se han conservado meticulosamente, lo que garantiza que cada elemento de la capilla siga inspirando asombro.
Un legado de seguridad y belleza
La barrera de vidrio original se instaló después de un ataque en 1972 a la “Pietà” que dejó el rostro y el brazo de la Virgen dañados. Este trágico evento impulsó al Vaticano a tomar medidas sin precedentes para salvaguardar la escultura. La nueva instalación se basa en este legado, ofreciendo a los peregrinos de hoy en día una conexión más cercana y sin obstáculos con la obra de arte, al tiempo que mantiene estrictos estándares de seguridad.
A medida que se acerca el Año Jubilar, la revitalizada Capilla de la “Pietà” se erige como un testimonio del compromiso del Vaticano de fusionar la innovación con la reverencia. Visitantes de todo el mundo ahora pueden contemplar la obra maestra de Miguel Ángel en un entorno que celebra tanto su brillantez artística como su resonancia espiritual.
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