(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 03.12.2024).- “Por los peregrinos de la esperanza” es la intención de oración elegida por Francisco para el mes de diciembre, un llamado especial en el contexto del próximo Jubileo 2025. Por este motivo, el Papa nos pide que “oremos para que este Jubileo nos fortalezca en la fe, nos ayude a reconocer a Cristo resucitado en medio de nuestras vidas, y nos transforme en peregrinos de la esperanza cristiana”.
El tema de El Video del Papa de diciembre, peregrinos y esperanza, refleja uno de los pilares fundamentales de este pontificado. Por ese motivo, Francisco invita a los fieles a ser testigos de la “esperanza cristiana” en un mundo donde predominan la desesperación y la desconfianza. “La esperanza cristiana es un regalo de Dios que llena de alegría nuestra vida. Y hoy la necesitamos tanto. ¡El mundo la necesita tanto!”, señala en su videomensaje confiado a través de la Red Mundial de Oración del Papa y producido en colaboración con la Fondazione Pro Rete Mondiale di Preghiera del Papa y el Dicasterio para la Evangelización.
La barca y el ancla
Durante el tiempo de la pandemia, durante la Statio Orbis en una plaza de San Pedro desierta, Francisco había utilizado la metáfora evangélica de la barca en medio de la tormenta, para recordar la fragilidad y el desconcierto de la humanidad frente a las grandes pruebas. En cierto sentido, en la intención de oración de este mes, el Santo Padre nos vuelve a poner en esa barca, pero para subrayar la importancia del ancla: “La esperanza -dice, de hecho, acompañando sus palabras con gestos muy elocuentes- es un ancla que vos la tirás con la cuerda y arraiga en la playa. Y nosotros tenemos que estar aferrados a la cuerda de la esperanza”.
Siguiendo los pasos de Abraham
“La virtud de la esperanza nos da tanta fuerza para caminar en la vida”, dijo Francisco en la Audiencia General del 28 de diciembre de 2016 dedicada a la figura de Abraham, que, por un lado, no tiene “miedo de ver la realidad por lo que es” y, por otro lado, es capaz de “ir más allá de los razonamientos humanos, de la sabiduría y de la prudencia del mundo, más allá de lo que normalmente es considerado de sentido común, para creer en lo imposible”. Al igual que Abraham, también los protagonistas del Video del Papa de este mes se ponen en camino, partiendo de sus propias dificultades: las preocupaciones de una mujer frente a su despensa vacía, las dudas de una estudiante respecto a su futuro.
“Llenemos nuestro día a día con el don que Dios nos da de la esperanza y permitamos que a través de nosotros llegue a todos cuantos la buscan”, dice el Papa en el mensaje que acompaña su intención de oración. Y a los dos protagonistas del video les ocurre precisamente esto: ambas encuentran, en su camino, a unos “peregrinos de esperanza” que las acogen y las consuelan, invitándolas a unirse a su camino metafórico hacia la Puerta Santa, que permanecerá abierta durante todo el Jubileo.
El Jubileo 2025, un llamado a caminar con esperanza
Precisamente el Jubileo 2025, cuyo tema es “Peregrinos de la esperanza”, será un tiempo de celebración y reflexión profunda. El también llamado “Año Santo” no es solo una etapa en el camino de la fe, sino también un llamado a reconocer a Cristo en lo cotidiano. En su carta al pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, monseñor Rino Fisichella, Francisco subrayó que la pandemia debilitó la esperanza en la sociedad y que “debemos mantener encendida la llama de la esperanza que nos ha sido dada”. En ese sentido, el Jubileo se presenta como una oportunidad para fortalecer esta esperanza y compartirla en un mundo que la necesita urgentemente.
El mismo Dicasterio ha colaborado con la Red Mundial de Oración del Papa en la realización del video de este mes, que – como explica el arzobispo Rino Fisichella – quiere transmitir un mensaje fundamental también a los jóvenes: “Estamos agradecidos por la oportunidad de apoyar al Santo Padre y la iniciativa del Video del Papa sobre la Esperanza en vista del Jubileo 2025. A pocos días de la apertura del primer Jubileo Ordinario del siglo XXI, recordamos el versículo del Salmo 27 que el Papa Francisco colocó al final de la Bula de convocatoria del Año Santo: Spes non confundit: «Espera en el Señor y sé fuerte; ten valor y espera en el Señor» (Sal 27,14). Estas palabras son una invitación a no dejar que nos arrebaten nunca la esperanza, en ninguna controversia ni en ninguna dificultad particular de la vida, ni siquiera en la situación en la que se encuentra nuestro mundo, hoy herido por guerras, violencias y sufrimiento. Oremos para que, a través de este video, un medio de comunicación pensado para los jóvenes, llegue a todos el mensaje de que la esperanza no defrauda porque está fundada en el amor de Dios”.
El mundo necesita esperanza
“Esperando contra toda esperanza”, como hizo Abraham no es racionalmente posible. “Pero la razón no tiene todas las soluciones, mucho más en la sociedad actual, tan llena de contradicciones, y la esperanza es un desafío inevitable”, subraya Stefano Simontacchi, miembro fundador y del consejo de administración de la Fundación PRO Rete Mondiale di Preghiera del Papa, que ha contribuido a la realización de este video: “Por mucho tiempo, los jóvenes han vivido el futuro como una amenaza que causa infelicidad. La entrega al miedo corre el riesgo de hacer perder el sentido mismo de la existencia. Y como nos enseña Jesús en los Evangelios, la fe es el antídoto contra el miedo. La esperanza es la manifestación en nuestras vidas de la dimensión de la fe. Creo que la espiral positiva que desencadena una vida vivida con conciencia y con un propósito está compuesta por un estado de inicio, de esperanza (confianza), por una disposición de gratitud y por una energía que mueve todo y que traduce todo en acción, que es el amor. Entonces, aceptemos la invitación del Papa Francisco y dispongámonos a vivir como peregrinos de la esperanza”.
Un llamado a caminar juntos
El Padre Cristóbal Fones S.J., Director Internacional interino de la Red Mundial de Oración del Papa, reflexiona: “Con la apertura de la Puerta Santa al inicio del Jubileo 2025, el Papa nos muestra simbólicamente las muchas puertas que es necesario abrir, puertas para salir al encuentro de los demás y para dejar entrar a otros en nuestras vidas; puertas de libertad que se fundan en nuestra esperanza cristiana. Como discípulos de Jesús Resucitado, no vamos a la deriva en nuestro viaje de peregrinos, sino firmemente anclados a Él. Este Jubileo es una gran oportunidad para abrirnos con audacia a compartir la luz de la esperanza que nos trae la fe, especialmente con todos aquellos que, en medio de la inmediatez e incertidumbre en que vivimos, han perdido la capacidad de soñar”.
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